Por reestructuración en Pemex, desaparece 61% de sus empresas filiales

Petróleos Mexicanos (Pemex), la compañía estatal mexicana, ha sido testigo de una profunda reorganización empresarial durante la administración con la reducción del número de empresas filiales en su estructura corporativa. El director general, Octavio Romero Oropeza, ha destacado que al inicio de este mandato, Pemex albergaba 95 empresas filiales, pero como parte del proceso de reestructuración, este número se ha reducido en 44, dejando un total de 51 empresas en la actualidad.

Además, se espera que en breve se concluya la reducción de otras 14 empresas, lo que finalmente llevará a Pemex a contar con únicamente 37 empresas filiales al cierre de esta administración.

Este proceso de reestructuración, que comenzó en 2019, tiene como objetivo principal aumentar la eficiencia operativa de Pemex y reducir la complejidad de su estructura corporativa. La empresa operaba con siete Empresas Productivas Subsidiarias (EPS) que albergaban las 95 filiales, pero ahora solo cuatro de estas EPS continúan en funcionamiento: Exploración y Producción, Transformación Industrial, Logística y Corporativo.

La fusión de estas EPS ha permitido a Pemex consolidar recursos humanos, materiales, financieros, bienes, derechos y obligaciones, lo que ha generado ahorros financieros significativos y mejoras en la operación general.

Es importante destacar que la decisión de mantener algunas empresas filiales se basa en su papel estratégico, ya que poseen acciones en otras empresas, generan utilidades o son propietarias de infraestructura crítica que no es fácilmente reemplazable. El objetivo de la reestructuración no es eliminar indiscriminadamente empresas, sino optimizar los recursos y mejorar la eficiencia empresarial.

En lo que respecta a las finanzas de Pemex, el gasto administrativo promedio anual ha experimentado una disminución del 67%, reduciéndose a 3,242 millones de pesos en comparación con la administración anterior. Sin embargo, durante el primer trimestre de 2023, la empresa registró un rendimiento neto de 56,700 millones de pesos, una cifra que representa una disminución del 54% en comparación con el mismo período en 2022, cuando alcanzó los 122,500 millones de pesos.

Esta disminución en el rendimiento financiero se debe a varios factores, incluyendo una reducción en las ventas totales y un aumento en el costo de ventas. Durante el primer trimestre de 2023, las ventas totales de Pemex alcanzaron los 418,439 millones de pesos, lo que implica una disminución del 19.1% en comparación con el mismo período del año anterior.

Las ventas nacionales experimentaron una caída del 8.3%, en gran medida debido a los menores precios de productos como gasolinas, diésel, turbosina y gas natural. Por otro lado, las ventas por exportación disminuyeron en un 30% debido a los menores precios del crudo y los productos petrolíferos en el mercado internacional.

En cuanto a los impuestos y derechos, Pemex contribuyó con 17 pesos de cada 100 pesos que ingresaron a la empresa en el primer trimestre de 2023. Esta cifra se explica por la reducción en el pago del Derecho de Utilidad Compartida (DUC) y las obligaciones con el Servicio de Administración Tributaria (SAT) relacionadas con el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS).