Sergio “N”, el expolicía de la Ciudad de México que arrojó a un perrito a un recipiente con aceite hirviendo, hecho por el cual fue recientemente condenado, todavía enfrenta la justicia, pues ahora es acusado por su presunta responsabilidad en el delito de homicidio calificado en grado de tentativa.
Antes de que el hombre agrediera al can lanzó amenazas en contra del locatario de una carnicería ubicada en Tecámac, en el Estado de México. Es por eso que la Fiscalía General de Justicia de la entidad (FGJEM) cumplimentó una orden de aprehensión en contra del sujeto a quien ya se le determinó prisión preventiva.
“El día de hoy, en audiencia de formulación de imputación, estableció medida cautelar de prisión preventiva justificada para el investigado y el próximo 14 de octubre resolverá su situación jurídica”, informaron las autoridades mexiquenses durante el miércoles 11 de octubre.
La razón por la que se le dictó prisión preventiva es que recientemente fue sentenciado por maltrato animal y además existe el riesgo que el hombre evada la justicia, por lo que la medida fue considerada “necesaria” y “proporcional”.
Antes de realizar los actos que terminarían con la vida del perro Sergio “N” habría agredido verbalmente al encargado del establecimiento, incluso le puso un cuchillo en la parte del abdomen y lo amedrentó con un arma de fuego y posteriormente salió del lugar.
Por los actos en contra del can el hombre ya fue condenado a más de cinco años de prisión y el pago de una multa de “38 mil 902 pesos y la cantidad de 28 mil 217 pesos como reparación del daño moral, a favor del fondo de Protección a los Animales del Estado de México”.
Mientras que la organización Peludos Desamparados detalló que la jueza Mónica Mellado fue la encargada de dictar la sentencia en contra del expolicía, y expresó su indignación por las “consideraciones” y “beneficios” que le fueron otorgadas al sujeto.
“Exhortamos á legisladores y poder judicial a endurecer las penas y a capacitar a los juzgadores con perspectiva en los derechos de los animales”, fue parte de su mensaje en redes sociales”, escribieron a través de sus redes sociales el pasado 9 de octubre
El caso de Benito/Scooby
Cuando se dieron a conocer los hechos encontrar del perrito los primeros reportes indicaron que era un animal callejero que respondía al nombre de Benito, pero posteriormente se supo que sí tenía dueño y que el verdadero nombre del can era Scooby.
Ya para el 30 de mayo Sergio Morales Buendía, fue detenido en la alcaldía Coyoacán, en la Ciudad de México, por agentes de la la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana federal (SSPC) y elementos de la FGJEM. Posteriormente fue trasladado e ingresado al Centro Penitenciario y de Reinserción Social de Ecatepec.
Cuando el hombre fue capturado una de las personas que estaba cerca alcanzó a darle un golpe en la cabeza, cuando elementos de la fiscalía del Edomex lo conducían hacia la camioneta en que fue trasladado de las instalaciones de la FGJCDMX, algunas personas lo empujaron y una incluso lo golpeó.
Cuando el perrito fue agredido algunas personas intentaron ayudarlo, pero no pudieron salvarle la vida, tras su muerte un artista urbano realizó un mural en honor al can en la comunidad de San Pablo Tecalco en el municipio de Tecámac.
“El dolor no sólo quedó en mi piel. También todos los corazones”, escribió Fernando Cruz en su cuenta de Instagram @yeser_man99. En la imagen compartida se ve el mural con la figura de Scooby acostado en una nube y con dos alas en su lomo.