La guerra con el Cártel de Sinaloa que debilitó a los Beltrán Leyva y llenó de sangre a México

Todo inició el 21 de enero de 2008 cuando el Ejército Mexicano detuvo en Culiacán a Alfredo Beltrán Leyva, quien junto a sus tres hermanos se convirtieron en los principales aliados del Cártel de Sinaloa, especialmente de Joaquín El Chapo Guzmán, debido al matrimonio de una prima de éste con el llamado “Mochomo”.

Sin embargo, esta relación familiar se rompió cuando Arturo Beltrán Leyva, “El Jefe de Jefes”, avaló la teoría de una presunta traición del Chapo Guzmán para entregar a su hermano; hipótesis que se incrementó cuando meses más tarde las autoridades mexicanas ordenaron la liberación de Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo del líder del Cártel de Sinaloa -entonces conocido como La Federación- detenido en 2005.

Esta teoría se sustenta en la supuesta negociación del Chapo Guzmán con el gobierno de México para recuperar la libertad de su hijo mayor; a cambio, entregaría al “Mochomo”, quien junto a Arturo Beltrán Leyva tenían molestos al Cártel de Sinaloa por el alto perfil que manejaban; siempre vistos y fotografiados en grandes fiestas y con figuras públicas.

Esta “traición” desató una guerra que provocaría cientos de muertos en ambos lados, incluyendo a Édgar Guzmán López, el hijo de Guzmán Loera y hermano mayor de Ovidio Guzmán, hoy extraditado a Estados Unidos.

Investigaciones periodísticas refieren que los problemas entre el Cártel de los Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa comenzaron en 2007 -un año antes de la captura del “Mochomo”-, cuando después de años de enfrentamientos de los hermanos con Los Zetas lograron llegar a una alianza para intentar echar al Cártel del Golfo de la región norte del país.

Ya enemistados con el Chapo Guzmán, los hermanos Beltrán Leyva (Alfredo, Arturo, Carlos y Héctor) iniciaron una serie de enfrentamientos que se prolongaron hasta el 16 de diciembre de 2009 cuando agentes de la Secretaría de Marina abatieron a Arturo Beltrán Leyva, también apodado “El Barbas”, en una lujosa residencia ubicada al norte Cuernavaca, Morelos.

Después de la detención de Alfredo y la captura de Arturo la organización de los Beltrán Leyva se debilitó aún más cuando capturaron a Héctor y Carlos en 2014 y 2015, respectivamente. Para ese entonces ya aparecían algunas de las células delictivas que se separaron del cártel de los hermanos, entre ellas, Guerreros Unidos, Los Rojos y La Mano con Ojos.

Pese a su debilitamiento tras su choque con el Cártel de Sinaloa, Estados Unidos aún considera al Cártel de los Beltrán Leyva entre las 10 organizaciones criminales más grandes de México con presencia (hasta 2021) en algunas regiones de Baja California, Sonora, Sinaloa, Nuevo León, Zacatecas, Oaxaca, Chiapas y Estado de México.

La última gran detención de un personaje relacionado con el Cártel se dio en septiembre pasado, cuando la Secretaría de Marina capturó al “Socialitos”, considerado como el operador financiero de los Beltrán Leyva.

Días más tarde se confirmó la detención de un operador del cártel en España, se trató de Homero Magallanes González, presunto vínculo entre los Beltrán Leyva y organizaciones criminales en Europa.

Actualmente, según los documentos hackeados a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), la organización criminal que alguna vez lideraron los hermanos Beltrán Leyva está bajo el control de Fausto Isidro Meza Flores, mejor conocido como el “Chapo Isidro”.

Cuando el “Chapo Isidro” inició su carrera criminal (año 2000) los Beltrán Leyva y el Cártel de Sinaloa aún estaban juntos; los hermanos ayudaban al Chapo Guzmán a salir de la cárcel y todavía no iniciaba la guerra. Algunos rumores refieren que ambas organizaciones se pelearon por quedarse con él, pero decidió ser leal a Alfredo y Arturo.