Habrá “guerra civil” si no cedemos el control a las nuevas generaciones. Estas habrían sido las palabras que Ismael El Mayo Zambada habría lanzado a su interlocutor a principios de 2014; Joaquín El Chapo Guzmán, sería capturado semanas después en un operativo de la Secretaría de Marina en Mazatlán, Sinaloa.
Los dos narcotraficantes más buscados de las últimas décadas (de los cuales sólo detuvieron a uno) se reunieron en el Rancho El Huinacaxtle, ubicado en el municipio El Dorado, en Culiacán, donde el Chapo Guzmán habría vivido sus últimos tres años en libertad.
Ahí, según las declaraciones ministeriales de Carlos Manuel Hoo Ramírez -una de las personas más cercanas a Guzmán Loera-, el propio Mayo Zambada le advirtió al Chapo que era tiempo de “retirarse” y dar paso a las nuevas generaciones.
“Habrá una guerra civil dentro de nuestra organización. O les cedemos el control o ellos lo tomarán por su cuenta”, se lee en las declaraciones que publicó el periódico Excélsior en 2014.
Las declaraciones de Hoo Ramírez apuntan a que dicha reunión entre El Mayo Zambada y El Chapo Guzmán habría ocurrido a mediados de noviembre de 2013; tres meses antes de que él y su jefe fueran capturados en el departamento 401 de la Torre Miramar: a unos 163 kilómetros de distancia de donde se reunieron y -según presumió el entonces procurador General de la República, Jesús Murillo Karam- “sin un sólo disparo”.
¿El Mayo entregó al Chapo?
Previo a la reunión que mantuvieron en Culiacán, el gobierno federal realizó un operativo por la región, pues se tenía la “sospecha” de que el Chapo Guzmán -prófugo de la justicia desde el año 2001- se encontraba en la zona.
Producto de ese operativo más de una decena de sicarios fueron capturados por las fuerzas federales, entre ellos el responsable de la seguridad de Ismael El Mayo Zambada.
Al testimonio de Hoo Ramírez se suma el parte de los marinos que detuvieron al líder del Cártel de Sinaloa. Afirmaron que un hombre de 1.80 metros, vestido con playera azul polo y pantalón de mezclilla les pidió ayuda e informó que un sujeto armado se encontraba en la Torre Miramar.
Con los indicios que tenían los marinos, acudieron al lugar para confirmar que se trataba del propio Hoo Ramírez y del Chapo Guzmán. Pero después de los hechos el periodista y especialista en temas de seguridad, Roberto Saviano, aventuró varias hipótesis:
El Chapo Guzmán se entregó después de la charla con su compadre; el hombre que dio aviso a los marinos era un agente encubierto; o se trataba de un enviado por el propio Mayo Zambada para “traicionar” a la persona con quien por años lideró al Cártel de Sinaloa.
Se cumplió la premonición del Mayo Zambada
Meses después -y otra fuga y captura de por medio- Rosa Isela Guzmán Ortiz, supuesta hija del Chapo Guzmán, declaró al periódico británico “The Guardian” que a su padre lo traicionaron el Mayo Zambada y el gobierno federal; la presunta primogénita del capo aseguró que se trató de “celos” porque su padre quería dejar el mando del Cártel de Sinaloa a su hijo Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Pese a la hipótesis de la traición, el periodista Carlos Loret de Mola publicó en 2016, a dos meses de la tercera captura del Chapo Guzmán, que hubo al menos otras tres reuniones con el Mayo Zambada; además, agregó que en sus declaraciones ante el Miniserio Publico, el líder del Cártel de Sinaloa condenado a cadena perpetua en Estados Unidos recalcó que su compadre no lo había “puesto”.
Si bien las relaciones entre “Los Chapitos”, “La Chapiza” o “Los Menores” se fracturaron desde la detención del Chapo Guzmán, se incrementaron con las declaraciones de Vicente Zambada, alias “El Vicentillo”, en el juicio contra Guzmán Loera; pero se tensaron más cuando los hijos de este último comenzaron a atacar a los principales operadores del Mayo, entre ellos “El Morgan”, a quien asesinaron en junio de 2021.
Pero la “guerra civil” que pronosticó el Mayo Zambada al interior del Cártel de Sinaloa se acrecentó más con la hipótesis del periodista Antonio Nieto, quien aventuró que la detención de Ovidio Guzmán a principios de 2023 fue un mensaje directo del compadre del Chapo Guzmán: “o se relajan o los relajamos”.