La Revolución Mexicana fue uno de los eventos de la historia de México que cambiaron el rumbo del país, a principios del siglo XX. En la historia oficial se mencionan nombres de grandes héroes nacionales que participaron en ese movimiento armado que logró derrocar al gobierno de Porfirio Díaz Mori, presidente del país por más de 30 años, a finales del siglo XIX y principios del XX.
José Doroteo Arango Arámbula, mejor conocido como Francisco Villa; Francisco I. Madero; Emiliano Zapata; entre otros, son los nombres que se mencionan de esta etapa revolucionaria. Sin embargo, existen nombres de más partícipes en el movimiento que han sido olvidados o simplemente, no son mencionados por la historia oficial.
Los hermanos Flores Magón fueron de los partícipes más destacados en la Revolución, e incluso, se les considera como precursores del movimiento. Pero algo que casi no se menciona o de lo que se habla muy poco, es que eran anarquistas radicales que buscaban erradicar cualquier forma de gobierno, pues para ellos, el Estado representaba represión.
Los Flores Magón lograron que muchas personas en el país se sintieran identificadas con sus ideales y se unieran a ellos. Éstos fueron denominados como magonistas. Una de las magonistas más destacadas, que tuvo un duro final y que lucho hasta el último de sus días a favor de los más desprotegidos, fue Margarita Ortega Valdés, quien pasó de tener una vida acomodada, estar casada y ser una persona normal a participar en el movimiento revolucionario y perder a una hija por defender sus ideales.
Margarita Valdés Ortega nació en 1871 en Sonora. Fue una anarquista mexicana integrante del Partido Liberal Mexicano (PLM) de los hermanos Flores Magón.
Ella pertenecía a una familia rica del norte de Baja California, pero en 1910 decidió renunciar a sus privilegios y se afilió al mencionado partido, cuyo fin era extender una revolución anarcocomunista en la República Mexicana.
Ortega participó en las filas del PLM como guerrillera, propagandista y enfermera. Se dice que era experta en el uso de armas y una gran jinete de caballos. También transportaba armas, municiones, provisiones y correspondencia para sus compañeros durante la toma de Mexicali, en enero de 1911.
Luego de que los maderistas derrotaron a los miembros del PLM en Baja California, Ortega fue expulsada de Mexicali junto con su hija Rosaura Gortari, por Rodolfo Gallegos bajo las órdenes de Francisco I. Madero. Margarita y su hija cruzaron el desierto hasta Yuma, Arizona, donde fueron arrestadas por agentes de inmigración para ser deportadas a México. Pero lograron escapar y refugiarse en Phoenix, Arizona, donde ambas cambiaron sus nombres para evitar ser identificadas por autoridades de México o Estados Unidos, pues ambos perseguian a los magonistas.
Debido a las malas condiciones que tuvieron al cruzar el desieron, Rosaura enfermó y murió en Phoenix, lo que significó un duro golpe para Margarita, ya que admás de ser su hija, era su compañera de lucha. Ortega continuó organizando guerrillas del PLM en el norte del estado de Sonora al lado de Natividad Cortés, también integrante del PLM.
Ambos fueron aprehendidos en 1913, en la frontera de Sonora por Rodolfo Gallegos, quien ahora estaba bajo las órdenes de Venustiano Carranza. En ese momento Natividad fue fusilado y Ortega fue llevada a Baja California para que fiera arrestada por las fuerzas de Victoriano Huerta.
El 20 de noviembre de ese mismo año, fue arrestada y torturada por cuatro días por los huertistas, apra obligarla a delatar a sus compañeros, quienes preparaban una revuelta al norte de Sonora, algo que no consiguieron. Se dice que la dejaron de pie por cuatro días, sin poder recargarse o sentarse, y cuando el agotamiento la vencía, era golpeada para que se pusiera de pie de nuevo.
Fue fusilada el 24 de noviembre de 1913.