“Chinches generan una psicósis injustificada, hay otros insectos que sí son peligrosos”: bióloga de la UNAM

Durante las últimas semanas se emitieron diversas alertas por parte de la sociedad civil en la Ciudad de México al afirmar que encontraron chinches de cama (Cimex lectularius) en el transporte público en la Línea A del tren ligero y hasta en el cablebús, en escuelas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) donde hicieron paro de labores para fumigar, incluso en alojamientos de Airbnb, lo que generó una oleada de preocupación y hasta de memes.

“Es una especie de psicosis de chinches, es una locura, pero considero que es injustificada, no transmiten enfermedades como sí los hacen mosquitos como dengue, zika, chikungunya, leishmaniasis. (Los humanos) Siempre hemos tenido chinches, pulgas, piojos y no debe haber mayor preocupación, en el mundo los insectos ocupan el 75% del total de animales en el mundo, de este porcentaje no estamos considerando ni las aves ni los peces ni los reptiles anfibios o mamíferos, que sólo somos el 1.1 por ciento”, opinó Gabriela Jiménez Casas, docente del Instituto de Ecología (IE) de la UNAM.

En la UNAM han realizado dos fumigaciones para tranquilizar al alumnado, personal docente y administrativo; sin embargo, los biólogos no consideran que deba fumigarse debido a que no han encontrado chinches in situ y se mata a la fauna inofensiva propia del lugar.

“La actitud que está tomando la UNAM es para tranquilizar y calmar a los estudiantes pero si esos chicos tienen esas chinches en su casa las van a seguir transportando”, advirtió la maestra.

“La Ciudad de México es privilegiada por su altura, está a una gran altura y tiene un gran efecto que evita que ese tipo de insectos se reproduzcan. En El Pedregal de San Ángel hay tarántulas pero no son venenosas pero si esta misma especie se encuentra en la selva entonces seguro que sí son venenosas. No es tan fácil que vivan en mosquitos que habitan en la Ciudad de México es más fácil de hacer en las costas en Chiapas o Oaxaca, en climas muy calientes, esas enfermedades casi no se dan en el altiplano por su altitud”, añadió.

La especialista de la UNAM señala que las chinches de México son diferentes a las de Francia, donde en días pasados se emitió una alerta sanitaria, sin embargo en México la Secretaría de Salud negó que existan casos suficientes para considerarse una preocupación de esta magnitud.

La bióloga Gabriela Jiménez señaló que las chinches de cama no transmiten enfermedades solamente “chupan la sangre al prójimo. A la gente no le gustan los insectos, además existe una estigmatización sobre esto este tipo de animales o sea si tiene un problema así lo va a negar, hay prejuicios que pueden interpretarse como falta de limpieza lo cual no es necesariamente cierto es una especie de psicosis por falta de información”.

Por su parte el doctor Víctor Hugo Del Río Araiza, médico veterinario zootecnista, explica que: “hay un punto controversial, se ha visto que algunos tipos de chinches pueden albergar al menos 40 agentes patógenos, sin embargo no significa que puedan transmitirlo a las personas. Por ahí hay un estudio donde se dio, pero en condiciones muy controladas de laboratorio y fue en ratones. Sin embargo, hay una gran cantidad de estudios donde no se ha determinado que estos parásitos puedan transmitir agentes infecciosos en los humanos, ni siquiera en lugares endémicos de tripanosomiasis (mal de chagas)”.

Del Río Araiza señala que no debe existir mayor preocupación fuera de la comezón que producen los piquetes, aunque también puede generar insomnio, ansiedad y estrés debido a que atacan en la noche perturbando el sueño.

Además hay personas que pueden ser alérgicas que producen cimicosis, es decir enrojecimientos y abultamientos que producen picores.

Si se tiene sospecha de picaduras de chinches hay que estar pendiente de los tipos de picaduras, ya que las de mosquitos suelen ocasionar una roncha o más pero en diferentes partes del cuerpo, pero las de estos insectos son muy características ya que se presentan de manera continua en el mismo lugar, suelen ser en línea recta o en zig zag.

“La chinches también pican más a las personas que sueltan más CO2. No necesariamente interviene la alimentación o el tipo de sangre, es cuestión biológica incluso entre hermanos habrá alguno que le pique más estos insectos que a otro. Se guían por la temperatura del cuerpo, e identifican sus presas por el calor, estos insectos no ven como nosotros, ellos ven como en mosaico, una imagen repetida muchas veces y puede tener mayor o menor definición y definitivamente muchos si no es que la mayoría de los insectos ven mejor que nosotros. Pueden ver colores que nosotros no, espectros de luz más grandes”, detalló Gabriela Jiménez.

Además los expertos informan que este tipo de artrópodos son nocturnos, no es que no salgan en el día pero es muy raro, atacan en la noche.

“Se alimentan aproximadamente cada cinco días de su ciclo biológico, van a realizar una muda y van a regresar a picar, así hasta que completa su ciclo biológico. Pero por supuesto que hay diferentes etapas de en la chinches entonces pueden existir en distintos estadios en una misma zona”, dijo Víctor Hugo Del Río.

Primero se debe identificar que sí sea una infestación de chinches, esto lo puede saber si ve en sus sábanas, colchón o paredes puntitos negros de diversos tamaños que son excretas de éstos animales. Es recomendable usar sábanas blancas para mejor identificación.

Lo primordial es separar las camas de las paredes. Se pueden usar dos recipientes plásticos para las bases de la cama, en los primeros colocar las patas y queden secas y colocar este recipiente en cada base sobre un segundo recipiente con agua para usarse como una trampa donde caigan y mueran ahogadas.

Se puede untar vaselina en las patas de las camas ya que los insectos no trepan por esta sustancia. Asimismo se puede usar cinta adhesiva para que se queden pegados.

“Otra forma de que pueden acceder a la cama es por el techo, identifican el calor del cuerpo humano y pueden dejarse caer, pero puede usarse un mosquitero para evitar este tipo de problemas, que es muy barato o se puede hacer con tela de tul y es muy fácil colgarlas”, aconsejó Jiménez Casas.

“Lo ideal es hacer una revisión muy minuciosa e identificar sus guaridas y sellarlas, todas las rendijas que hay en la casa, en los techos, en las paredes, en los pisos, en los muebles de madera, en los libreros, en cajas, abajo de los muebles, en los pliegues de las camas, abajo del colchón, en los tomacorrientes, en los sillones, alfombras”, detalló la docente de la UNAM.

Añadió que se deben revisar también las mascotas como hámsters, ratones, perros, gatos, pájaros, ya que pican cualquier mamífero de sangre caliente.

“En primera instancia recomendaría no fumigar porque se pueden eliminar otro tipo de insectos benéficos como abejorros, abejas, las arañas que son insectos que se comen a otros que sí pueden ser dañinos como chinches piojos y pulgas. Entonces es un arma de dos filos, a la larga se pueden tener otro tipo de insectos parásitos, la segunda es que estos químicos nos pueden hacer daño. La tercera es que muchos de estos insectos como chinches o cucarachas ya son resistentes a algunos tipos de químicos, es como los humanos que no nos sirven porque hemos creado resistencia y somos inmunes a ciertos medicamentos” alertó Gabriela Jiménez.

“Muchas personas aún usan DDT pero está prohibido en el mundo desde 2001 porque tiene muchos efectos dañinos sobre la salud. Normalmente para eliminar chinches se ocupan otro tipo de compuestos que son menos agresivos a los humanos, pero todos se tienen que usar con mucha precaución y por personal profesional. Una persona que no se especializada lo que puede hacer, lo principal y la mejor medicina es la prevención, se puede iniciar por mantener la casa limpia y ordenada y sellar todas las grietas donde puedan alojarse estos bichos”, recomendó Víctor Hugo del Río.

Recomiendan lavar y secar la ropa de cama al utilizarla en agua lo más caliente posible, dependiendo el tipo de ropa que la aguante y lo más importante revisar constantemente las costuras de los colchones y sábanas.

“También se puede usar el aspirado, ayuda muchísimo al aspirar ya que podemos absorber bases ninfales que no son a simple vista tan fáciles de identificar. Tenemos que ver el nivel de infestación, si son pocas se pueden hacer ese tipo de trampas pero si ya son muchas, si es una infestación bastante grande, pues ahora sí se puede llamar a un profesional y usar el control químico, pero que sea gente especialista y con el menor riesgo de contaminación en el ambiente. Ya que estos productos no son selectivos, no solo matan las chinches sino que matan a todos los insectos que se encuentran en el ecosistema y que juegan un papel muy importante en el como las abejas”, añadió el médico zootecnista.

En muchos sitios en internet se recomienda usar tierra de diatomea, como un método “natural” para no usar químicos; sin embargo, ambos expertos tienen su reservas.

“La tierra de diatomea tiene un efecto secante en su exoesqueleto, pero tampoco se trata de ponerlo en nuestros colchones o sillones, no debe usarse si no tenemos conocimiento porque también puede ser tóxica para las personas, se puede desarrollar alergia a esos compuestos. Entonces siempre hay que asesorarse de especialistas para ver cuál es la mejor opción para controlar este tipo de insectos. Las fumigaciones en lugares abiertos no sirven porque no se esconden ahí, se esconden en lugares cerrados donde hay poca luz como en grietas, detrás de cuadros, entre libros, en los pliegues de los colchones. No es que no es común encontrarlas en el campo o en el jardín a menos de que estén transportándose de un lugar a otro”, dijo el médico de la UNAM.

“Es importantísimo no creer lo que dicen los vecinos los amigos del internet hay que ir con especialistas. La tierra de diatomea son diatomeas muertas, son microalgas fosilizadas, que no sé de dónde sacan porque son muy difíciles de conseguir, son esqueletos con sales minerales y es excelente abono. Pero no estoy segura que los productos que venden como supuesta tierra de diatomea lo sea y el problema es que en contacto con la piel humana puede irritarla, puede hacer daño porque la va a resecar se va a cuartear la piel y puede crear alguna infección, porque se está trabajando con tierra con plantas que puede haber bichos, ahí sí alguna bacteria y si la piel está dañada puede ingresar al organismo”, complementó la también divulgadora de la ciencia del Instituto de Ecología de la UNAM.