En octubre de 2022, luego del hackeo a los servidores de la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena), se confirmó la información que, durante años, circuló en calidad de rumor: los grupos criminales adquieren armas directamente del Ejército.
La investigación publicada por Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) detalló que en junio de 2019, la corporación detectó que “un militar ofrecía equipo táctico, armas y granadas” a una célula de un cártel que opera en Tejupilco, Estado de México.
De acuerdo con el cruce de datos, este soldado trabajaba en colaboración con otro miembro del Ejército encargado de proveer el arsenal desde el Campo Militar Número 1 de la Ciudad de México.
Entre el armamento otorgado al crimen organizado e identificado en dicho informe se encontraban granadas de fragmentación y municiones para fusil AK-47. Sin embargo, existen reportes de que los cárteles del narco también tienen en sus manos artefactos fabricados por la propia Sedena.
A través de múltiples solicitudes de información realizadas a la institución, Infobae México documentó que al Ejército le han sido “robados” 19 ejemplares del fúsil que sale de sus propios talleres.
Se trata del FX-05 Xiuhcóatl, un rifle capaz de disparar hasta 750 balas por minuto y que se ha convertido en la insignia de la milicia mexicana. Fue presentado por primera vez en el Desfile Militar de 2006 y, desde entonces, se han fabricado 212 mil 350 unidades, según una base de datos de la Sedena a la que este medio tuvo acceso.
De dicha cantidad, a la Sedena le han robado 19 y sólo ha podido recuperar cuatro. Hasta el 20 de abril de 2023, 15 de estos fusiles seguían sin ser localizados.
El año en que la Sedena fabricó más unidades del fusil FX-05 fue 2021, con un total de 36 mil. Desde 2006, sólo ha habido tres años en que sus talleres no produjeron estos rifles: 2010, 2011 y 2019.
En su respuesta a la solicitud de información, la dependencia hoy encabezada por Luis Cresencio Sandoval no especificó las circunstancias en que cada rifle le fue sustraído y tampoco lo hizo respecto a aquellos que fueron recuperados.
Sin embargo, analistas de armamento y periodistas han compartido vía redes sociales que estas mortales armas han sido encontradas en manos de grupos criminales como el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El ejemplo más destacado fue mencionado en una investigación de Óscar Balderas para Milenio. La tarde del 4 de abril de 2023, mientras elementos de la Sedena, la Guardia Nacional y la Fiscalía de Michoacán realizaban labores de vigilancia en el fraccionamiento Misión del Valle de Morelia, un grupo de sicarios descargó una lluvia de balas en su contra.
Tal enfrentamiento cobró la vida de dos agentes de la Policía de Investigación y exigió la participación de un helicóptero artillado de la GN. Una vez que se detuvieron las detonaciones, los oficiales entraron a la casa desde la que fueron atacados y encontraron que al menos una de las armas usadas en su contra era un FX-05 Xiuhcóatl.
El arma no tenía el aspecto con el que los ingenieros del Ejército entregan las armas a las tropas para su uso, pero sus componentes eran inconfundibles. Lejos del acabado negro mate que suele verse en manos de los militares, aquel fusil tenía un diseño de camuflaje en colores rojo, negro, blanco y verde olivo.
Sin embargo, no es el único caso. La cuenta de Twitter @Anzio20mmFIM92 —especialista en armas y manejada por una persona de identidad anónima— ha mostrado material en el que se puede ver a sicarios portando esta arma.
Una de las fotos compartida por este perfil expone a un pistolero del CJNG sosteniendo un FX05 modificado al gusto de su nuevo dueño, con un diseño de camuflaje que combina los colores azul y negro.
Otra fotografía muestra a dos presuntos sicarios equipados con el artefacto perteneciente a la familia de armas que la Sedena decidió bautizar como “Serpiente de fuego”, en alusión al arma que usó Huitzilopochtli para derrotar a sus 400 hermanos y coronarse como el dios del Sol.
Según los reportes disponibles, la mayoría de los rifles del Ejército que han pasado a manos del crimen organizado estarían en Michoacán. No obstante, algunas unidades también han sido halladas en el estado de Durango.
Información compartida por Balderas detalló que el 25 de abril, en canales de comunicación entre militares y guardias nacionales, circuló una alerta respecto a esto.
“Campesino se encontró fusiles FX en Durango”, puede leerse en la primera parte del mensaje. “El afortunado informó a la Guardia Nacional sobre el suceso, ante lo cual se aseguró que fueron robadas de una base militar en la sierra de Durango”, añadió el informante.
En la fotografía adjunta al reporte son visibles al menos cuatro de estas armas, tiradas una encima de otra en medio de lo que parece ser un camino de terracería y hierba seca.
Hasta el momento, no es posible afirmar si estas serían las cuatro armas identificadas como “localizadas” en la respuesta de la Sedena a la solicitud de información, pues no se han proporcionado detalles sobre la fecha o lugar en que cada una fue recuperada.