Las bandas del crimen organizado usan falsas ofertas de empleo para reclutar a jóvenes a las filas de los cárteles de la droga, de acuerdo con un colectivo de búsqueda de Nayarit.
Rosa María Montes, presidenta del colectivo de búsqueda Por Nuestros Corazones, dijo que son seis los casos que se tienen registrados en el estado, en donde jóvenes fueron reclutados sin su consentimiento por el crimen organizado.
Montes aseguró que los casos podrían ser más si las familias de las víctimas se atrevieran a denunciar.
Uno de los casos es el de Pablo Gómez Orozco, de 17 años, que acudió a una supuesta entrevista de trabajo el 30 de marzo de este año y no supo de su paradero hasta el 7 de abril cuando se comunicó con sus familiares para decirles que estaba “retenido contra su voluntad” en el estado de Zacatecas.
En esa entidad, el 24 de septiembre siete jóvenes de entre 14 y 18 años de edad fueron levantados por un grupo de hombres armados cuando se encontraban dentro de una casa en la comunidad de Malpaso; tres días después, seis de ellos fueron hallados sin vida.
La presidenta del colectivo Por Nuestros Corazones aseguró al diario Occidental que “el reclutamiento” de jóvenes, de entre 15 y 17 años, es a través de redes sociales que ofertan vacantes de empleo.
Comentó que las supuestas vacantes de trabajo las realizan “civiles”, aunque dijo que podrían ser integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
Señaló que estos casos han incrementado en los últimos cuatro meses y los adolescentes son llevados a los estados colindantes de Nayarit: Jalisco y Zacatecas.
Rosa María Montes mantiene la búsqueda de su hijo, Alejandro López Jara, de 21 años, que fue víctima de desaparición forzada desde el 22 de junio de 2017 en Tepic, Nayarit.
El joven, originario de Mazatlán, Sinaloa, estudiaba gastronomía en Nayarit y tenía apenas tres meses viviendo en la capital, Tepic, cuando fue víctima de secuestro.
“Lo último que Rosa supo fue que su hijo se encontraría con un amigo que trabajaba en la fiscalía general del estado. ‘Mamá, te voy a colgar’, le dijo Alejandro, para poder manejar la moto. Cuando Rosa intentó llamarlo nuevamente, un par de horas más tarde, el teléfono la mandaba a buzón y ahí supo que algo no andaba bien. Entonces llamó al amigo de su hijo y las únicas palabras pronunciadas al otro lado de la línea fueron: ‘Nada está bien, a Jara se lo llevó la FGR’. Luego, el silencio”, refiere el testimonio que la presidenta del colectivo de búsqueda Por Nuestros Corazones le contó a la organización civil Idheas.
Estos casos se suman a lo reportado en el mes de mayo, cuando ocho jóvenes, identificados Itzel Abigail, Carlos David, Arturo, Carlos Benjamín, Jorge Miguel, Mayra Karina, Jesús Alfredo y Juan Antonio, fueron secuestrados de dos call center del municipio de Zapopan, Jalisco, lugar donde trabajaban.
Estas personas al parecer fueron secuestradas por integrantes de la estructura criminal de Nemesio Oseguera Cervantes, alias El Mencho, para luego asesinarlas y arrojar sus restos, repartidos en más de 50 bolsas, a más de 100 metros de profundidad de la barranca conocida como el Mirador del Bosque, ubicada en el mismo municipio.
La Fiscalía del estado hizo dos cateos en inmuebles que funcionaban como centros de operación telefónica desde los cuales, presuntamente, el CJNG orquestaba fraudes inmobiliarios contra ciudadanos estadounidenses.
En tanto, cinco jóvenes fueron reportados como desaparecidos en Lagos de Moreno, Jalisco, el 12 de agosto.
Según las investigaciones de las autoridades, los jóvenes se reunieron antes de desaparecer en un lugar turístico conocido como el Mirador de la Santa Cruz del municipio enclavado en la región de los Altos de Jalisco.
Días posteriores a su desaparición, la Fiscalía de Jalisco localizó los dos vehículos donde viajaban los cinco jóvenes; el primero se encontró incendiado y un día después de la desaparición de los adolescentes.
El segundo fue localizado la madrugada del 16 de agosto después de un reporte en el que se dio cuenta de un auto incendiado, en donde en su interior encontraron lo que parecen ser restos humanos.
Por estos hechos, las autoridades locales pidieron a la Federación que la Fiscalía General de la República (FGR) atrajera el caso debido a que había indicios de la participación del crimen organizado.
Una de las hipótesis que se manejó en su momento por medios locales es que dos de los jóvenes secuestrados hablaron con un amigo que tenía un contacto en un call center para conseguir trabajo temporal como guardias de seguridad privada.
El medio de comunicación Notisistema, que cita fuentes federales de seguridad, aseguró que los jóvenes pactaron una reunión en la cual, presuntamente, asistiría un sujeto identificado como operador del CJNG en Lagos de Moreno y Encarnación de Díaz.
Durante las investigaciones para dar con el paradero de los jóvenes, en redes sociales comenzó a circular un video y una fotografía en los que se observan a jóvenes con características similares a las de los cinco desaparecidos.