Se ha puesto en marcha un programa integral de gestión de Residuos de la Construcción y Demolición (RCD) en la Ciudad de México, con el propósito de abordar la creciente problemática de los tiraderos clandestinos y promover prácticas más sostenibles en la gestión de residuos de construcción.
En orientación con la Norma Ambiental NACDMX-007-RNAT-2019, que establece los lineamientos para la clasificación y el manejo integral de los RCD, esta iniciativa representa de orientar un ciclo de vida más responsable para estos residuos en la ciudad.
En colaboración con varias alcaldías de la Ciudad de México, incluyendo Álvaro Obregón, Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, Iztapalapa, Milpa Alta, Tláhuac, Tlalpan, Venustiano Carranza y Xochimilco, se ha logrado recuperar un total aproximado de 16,490 toneladas de RCD desde marzo de este año.
La cooperación viene de la mano de una empresa transportista, el Sindicato Revolucionario, y dos Plantas de Tratamiento y Aprovechamiento de Residuos de la Construcción y Demolición (PTARCD): Concretos Reciclados S.A. de C.V. y Concretos Sustentables Mexicanos S.A.P.I. de C.V., ubicadas en Bordo Poniente.
Estas PTARCD desempeñan un papel importante al transformar los Residuos de la Construcción y Demolición en agregados reciclados que pueden reintegrarse al mercado y emplearse en proyectos de construcción tanto públicos como privados. Entre los materiales procesados se encuentran tabiques de arena y arcilla, concreto simple, concreto armado, residuos de excavación, como tierra mezclada con rocas, conocida como tepetate, y diversos materiales pétreos.
Conciencia en contra de tiraderos clandestinos
La gestión adecuada de los residuos no solo tiene beneficios ambientales, sino también sociales y económicos. Al reducir las emisiones de dióxido de carbono equivalente (CO2e) que normalmente se originan durante la extracción de materia prima virgen, como gravas y arcillas, se contribuye a la mitigación del cambio climático y al uso más eficiente de los recursos naturales.
Este programa también aborda la proliferación de tiraderos clandestinos de cascajo. Estos sitios ilegales no solo contaminan el entorno, sino que también representan una amenaza para la salud pública, ya que a menudo están contaminados con otros residuos sólidos urbanos, como plásticos, maderas, llantas y otros residuos de manejo especial.
Para abordar este problema, las autoridades de la Ciudad de México han implementado diversas estrategias, como la promoción de la educación ambiental, la vigilancia y sanciones más estrictas, y la creación de programas de recolección selectiva de basura.
No obstante, será necesario erradicar las organizaciones que se dedican al tiradero de basura en áreas clandestinas, cuyo mecanismo es recolectar la basura de las construcciones, y tirarla en lotes baldíos pertenecientes al Estado de México. De esta manera no solo se ve afectado el suelo, con la contaminación del mismo, sino a los habitantes de la zona, quienes se ven impactados en sus hogares ante la proliferación de estos residuos.
Sin embargo, la erradicación de los tiraderos clandestinos viene de la mano de un esfuerzo conjunto de la sociedad, las autoridades y el sector privado, enfocado en la concientización, la promoción de prácticas sostenibles y la creación de alternativas viables y económicas para la disposición de residuos sólidos.