La violencia en nuestro país incrementa cuando eres mujer y una niña de 5 años que aún está aprendiendo a desarrollarse como individuo. Así fue el caso de Lupita, conocida por los medios como “Calcetitas Rojas”, que conmocionó a todo el país por la brutalidad con la que fue asesinada.
Habría sido su falta de capacidad para tranquilizarse sin contención de su madre al ser regañada por haber hecho sus necesidades sin avisar lo que enojó a sus agresores, quienes hartos de escuchar el llanto de la menor arremetieron en contra de ella con golpes y violencia sexual incluida, lo que eventualmente le quitó la vida.
Los hechos ocurrieron el 18 de marzo del 2017, cuando vecinos de la colonia El Sol, en el municipio de Nezahualcóyotl, en el Estado de México, encontraron el cadáver semidesnudo de Lupita en el Bordo de Xochiaca. El cuerpo estaba envuelto en una cobija y únicamente portaba una camiseta verde y sus características calcetas rojas, de donde se tomó el mote con el que sería conocida.
Debido a la gravedad de las agresiones en su contra y a que no había sido registrada al momento de su nacimiento, fue muy difícil identificarla por lo que la activista Frida Guerrera se dio a la tarea de investigar el nombre de la niña para que no formara parte de la estadística. Fue gracias a ella que se determinó que se trataba de Guadalupe Medina Pichardo quien a sus escasos 5 años no contaba con acta de nacimiento.
Encuentran el cuerpo con signos de violencia
Tras meses de investigaciones, se dio a conocer que el responsable de terminar con la vida de la niña “Calcetitas Rojas” fue su padrastro, identificado como Pablo “N”, de 29 años de edad, y su madre, Yadira “N”, la cual fue acusada por haber permitido que se cometieran los terribles actos en contra de su hija.
De acuerdo con las indagaciones, los golpes e insultos eran el día a día de la pequeña Lupita quien era objeto de violencia intrafamiliar ejercida por el esposo de su mamá, no obstante, ese 18 de marzo la agresión fue tan fuerte que le habría arrebatado la vida.
Datos oficiales indican que los responsables habrían mantenido al interior de su casa durante un día entero el cuerpo de la niña y luego la llevaron hacia un terreno baldío en donde desecharon a la menor sin mayor remordimiento.
Por 9 meses se desconoció la identidad de la pequeña, pero se dieron detalles de su aspecto para que sus conocidos pudieran reconocerla: medía 95 centímetros, portaba sudadera verde, playera morada con un hada de Disney, no llevaba ropa en la parte inferior más que sus calcetitas rojas. Al encontrarla, su cuerpo estaba lleno de tierra, con evidentes signos de violencia y su área genital particularmente lastimada. Los peritos también encontraron una cobija de bebé, su pantalón y ropa interior color blanco con amarillo.
Lupita tenía marcas de mordidas del lado derecho de su torso, se confirmó que sufrió de abuso sexual y de una brutal golpiza que fue la causa de muerte.
Un hombre identificó a la menor
A raíz de que su rostro se encontraba deformado por las agresiones, expertos se sumaron a las investigaciones con retratos hablados utilizando datos que proporcionaron conocidos: destacaron sus raíces indígenas, con boca y nariz medianas, ojos color café, cabello lacio color castaño oscuro, de complexión delgada, incluso fue renombrada como Yolloxochitzin, que significa flor del corazón.
Gracias a las señas que fueron difundidas en todos los medios de comunicación del país, un hombre aseguró que conocía a Guadalupe, pero todo quedó esclarecido cuando sus tías supieron que se trataba de ella y acudieron con las autoridades para rendir sus declaraciones.
Incluso, se tiene registro de que la propia madre del padrastro de Lupita acudió a las oficinas del DIF par denunciar que la pareja golpeaba constantemente a la niña, pero nunca le hicieron caso derivando en la muerte de la menor.
Su madre nunca la defendió
Luego de que se abriera una carpeta de investigación y varios testigos aseguraran que la madre y su pareja eran los responsables del fallecimiento, ambos fueron buscados y detenidos por la Fiscalía General de Justicia del Estado de México como presuntos culpables.
Tras ser cuestionados, declararon que los dos golpearon a Lupita hasta que cayó al suelo inconsciente, todo porque quería ir al baño, no avisó e hizo sus necesidades encima de su ropa, situación que enojó bastante a la pareja.
Ante ello, Marina Pichardo, hermana de la responsable, sentenció que si bien se logró hacer justicia al dar con los perpetradores del feminicidio, nunca será suficiente: “Se hizo justicia y me da gusto por la niña. Pero, me duele mucho que mi hermana no supo defender a su hija de su pareja, que era un hombre muy violento”.
Dictan sentencia a los culpables
Luego de 9 meses en los que la niña permaneció en calidad de desconocida y a punto de ser llevada a una fosa común, investigadores, familiares y conocidos lograron reconocerla y fue así como la Fiscalía estatal pudo dar con Yadira “N” y Pablo “N”, quienes recibieron una condena de 88 años de cárcel a cada uno por parte de un juez del Distrito Judicial de Nezahualcóyotl. Aunado a ello, también fueron acreedores a una multa de 449 mil 115 pesos y 165 mil 323 pesos por la reparación de los daños.
Frida Guerrera pide respetar el caso de Lupita
Recientemente, la creadora de contenido Saskia Niño de Rivera publicó en sus redes sociales el adelanto de una entrevista que tuvo con Yadira Pichardo como parte de su serie de podcast “Penitencia”, el cual busca darle voz a las personas recluidas en los centros de reinserción social en México.
Ante ello, la activista que logró reconocer a “calcetitas rojas” como Guadalupe Medina Pichardo después de meses de arduo trabajo, Frida Guerrera, mostró su indignación al ver que se le dio visibilidad a la feminicida de una niña de 5 años, acto que considera revictimizante y humillante.
Se limitó a escribir: “Eres un asco, Saskia Niño de Rivera”, en una publicación en donde usuarios de X reprobaron el trabajo de la influencer argumentando que utiliza un caso de violencia infantil para ganar likes y dinero.
Sin embargo, pese a que la labor de la creadora es darle voz a quienes se considera que pueden ser inocentes de los delitos de los cuales son acusados sobre todo si los entrevistados se deslindan de ellas, en esta ocasión Yadira Pichardo admitió que sí fue partícipe de los atroces actos cometidos en contra de su hija, por lo que “la condena merecida” que dijo su hermana es correcta.