Dónde y por qué hay osos negros en Nuevo León

La expansión urbana y la búsqueda de alimentos son las principales razones por las que han descendido de las montañas a las calles de la región

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La expansión urbana y la búsqueda de alimentos son las principales razones por las que han descendido de las montañas a las calles de la región (@at2ambrand)
La expansión urbana y la búsqueda de alimentos son las principales razones por las que han descendido de las montañas a las calles de la región (@at2ambrand)

Los avistamientos de osos negros en las ciudades de Nuevo León se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años, mientras las autoridades buscan una solución para proteger la vida de este animal en peligro de extinción. Los encuentros con estos mamíferos en entornos urbanos han dado lugar a situaciones preocupantes, desde osos atropellados hasta intrusiones en hogares, colegios y centros comerciales.

El Ursus Americanus, también conocido como oso negro, ha dejado su hábitat natural en las montañas y se aventura en las calles de Monterrey y otras ciudades de Nuevo León. Desde 2008, se han capturado y desplazado 244 de estos animales, según el organismo Parques y Vida Silvestre de Nuevo León (PVSNL).

Las autoridades locales, en coordinación con la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y la Protección Civil, determinan el destino de los osos basándose en su historial de comportamiento y la frecuencia con la que descienden a las zonas urbanas. Edgar Acosta, director general de PVSNL, enfatiza que aunque estos osos pueden parecer simpáticos, son especies salvajes impredecibles.

Expansión urbana en Nuevo León

El crecimiento de la población y la expansión urbana en Nuevo León han llevado a que los osos negros se vean cada vez más cerca de las áreas urbanas. En la última década, la extensión urbana en la región metropolitana se ha casi triplicado, según Contextual, lo que ha acercado a estos animales a las zonas habitadas.

Los avistamientos de osos negros en las ciudades de Nuevo León se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años. (Twitter)
Los avistamientos de osos negros en las ciudades de Nuevo León se han vuelto cada vez más frecuentes en los últimos años. (Twitter)

Las autoridades utilizan un Semáforo de Riesgo para tomar decisiones sobre el futuro de los osos con base en su comportamiento. Si un oso muestra signos de riesgo medio-alto, como seguir o acosar a personas en entornos urbanos, se procede a su manejo, que puede incluir la sedación y el posterior retorno al hábitat natural.

Sin embargo, a veces las decisiones de las autoridades pueden tener consecuencias inesperadas. En agosto de 2020, un oso negro fue castrado y liberado en un nuevo territorio en Chihuahua, lo que generó un debate sobre su destino y adaptación. Los expertos temen que estos osos puedan tener dificultades para competir por el territorio y encontrar alimento en un nuevo entorno desconocido.

Alimentación de los osos

Uno de los principales desafíos es la alimentación de estos osos en áreas urbanas. La facilidad de acceso a la basura hace que prefieran buscar comida en contenedores en lugar de fuentes naturales. Los osos jóvenes, que imitan el comportamiento de sus madres, también adoptan esta práctica, lo que puede llevar a problemas de salud, como obstrucciones intestinales causadas por el consumo de plásticos.

Para abordar esta situación, las autoridades y expertos en conservación hacen un llamado a la población a no interactuar con los plantígrados, no alimentarlos y a mantener la basura fuera de su alcance, utilizando contenedores a prueba de estos.

Uno de los principales desafíos es la alimentación de estos osos en áreas urbanas. La facilidad de acceso a la basura hace que prefieran buscar comida en contenedores en lugar de fuentes naturales.
(CUARTOSCURO.COM)
Uno de los principales desafíos es la alimentación de estos osos en áreas urbanas. La facilidad de acceso a la basura hace que prefieran buscar comida en contenedores en lugar de fuentes naturales. (CUARTOSCURO.COM)

¿Quién protege a los osos negros?

El oso negro (Ursus americanus) está protegido por varias instancias y regulaciones, tanto a nivel nacional como internacional. Estas son algunas de las entidades y regulaciones que contribuyen a su protección:

  • Legislación mexicana: en México, el oso negro está protegido por la Ley General de Vida Silvestre. Esta ley establece medidas para la conservación y protección de la fauna silvestre, incluyendo la categorización de especies en riesgo, como el oso negro, que pueden estar en la categoría de “protección especial” o “en peligro de extinción”, lo que impone restricciones sobre su caza y comercialización.
  • Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES): El oso negro también está protegido a nivel internacional por CITES. Esta convención regula el comercio internacional de especies en peligro de extinción, y en el caso del oso negro, su comercio está restringido para evitar la explotación no sostenible.
  • Autoridades Locales y Federales: diversas autoridades, como la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) y los organismos estatales encargados de la vida silvestre, están involucradas en la protección y conservación de los osos negros. Estas entidades aplican las regulaciones y llevan a cabo acciones para monitorear y proteger a los osos.
  • Organizaciones de Conservación: Además de las autoridades gubernamentales, existen organizaciones no gubernamentales y grupos de conservación dedicados a la protección de la fauna silvestre, incluyendo a los osos negros. Estos grupos trabajan en investigación, educación, concienciación y acciones directas para garantizar la supervivencia de la especie.

Los avistamientos de osos negros en Nuevo León se han convertido en un fenómeno que llama la atención a nivel mundial y los habitantes de la región consideran parte de su identidad y regionalismo. Ante la presencia de osos negros, se recomienda a la población conservar la distancia, mantener la calma, no alimentar a los animales, no arrojar objetos ni intentar interactuar con ellos, y no dejar basura al alcance de los osos.

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