Nuevo reglamento de tránsito en la CDMX abordará protección a menores, número de pasajeros y uso de casco

En un esfuerzo por mejorar la seguridad vial y reducir los accidentes de tránsito en la Ciudad de México, las autoridades han implementado una serie de cambios significativos en su reglamento de tránsito, que entrarán en vigor a partir del próximo domingo, 24 de septiembre.

Estas modificaciones, que se centran en promover el uso adecuado del casco, la protección de los más jóvenes y la prevención de prácticas peligrosas, buscan no solo sancionar a los conductores, sino principalmente garantizar la seguridad de todos los usuarios de las vías de la ciudad.

Una de las modificaciones más destacadas en el reglamento de tránsito es la obligatoriedad del uso de cascos certificados para motociclistas. El director general de Seguridad Vial y Sistemas de Movilidad Urbana Sustentable, Guillermo Ávila, de la Secretaría de Movilidad, enfatiza que estos cascos deben cumplir con ciertas características específicas que los hagan resistentes y capaces de proteger la cabeza de quienes conducen motocicletas.

Esta medida tiene como objetivo principal reducir las lesiones graves y fatales en caso de accidentes de tráfico. Ávila subraya que el uso de cascos certificados es esencial para la seguridad de los motociclistas, ya que pueden disminuir significativamente las consecuencias de un choque.

Otra modificación importante en el reglamento prohíbe que los menores de 12 años viajen en motocicleta como pasajeros. Esta medida busca resguardar la seguridad de los niños y adolescentes, ya que son especialmente vulnerables en caso de accidentes de tránsito.

Los expertos argumentan que los menores no tienen la capacidad para entender ni mitigar los riesgos asociados con la conducción de motocicletas, por lo que esta restricción es un paso necesario para prevenir lesiones graves y salvar vidas.

La tercera modificación importante se refiere a la cantidad de personas que pueden viajar en una motocicleta. El reglamento establece que las motocicletas están diseñadas para llevar a dos personas, y se prohíbe llevar más de dos pasajeros en un solo vehículo.

Esta restricción pretende evitar situaciones peligrosas en las que la sobrecarga de pasajeros puede dificultar el control del vehículo por parte del conductor y aumentar significativamente el riesgo de accidentes.

Guillermo Ávila explica que estas modificaciones se llevaron a cabo en colaboración con la Subsecretaría de Tránsito de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) y con grupos de motociclistas. La intención no es solo sancionar a los infractores, sino cambiar comportamientos y prevenir accidentes.

Además una de las novedades más notables en el nuevo reglamento es la introducción de sanciones más severas para los infractores. En lugar de simplemente multar a los motociclistas que no cumplan con las normas, se ha establecido que, en ciertos casos, la motocicleta será remitida a un depósito vehicular.

Ávila señala que esta medida tiene como objetivo no solo sancionar, sino también generar un impacto más significativo en la percepción de riesgo de los conductores. Al retirar la motocicleta de circulación, se espera que los infractores tomen más en serio la importancia de cumplir con las reglas de tránsito.

Estas modificaciones al reglamento de tránsito de la Ciudad de México están destinadas a mejorar la seguridad vial en la ciudad, reducir los accidentes y prevenir lesiones y muertes en las carreteras. Los expertos en seguridad vial han elogiado estas medidas como un paso importante hacia la creación de un entorno más seguro para todos los usuarios de la vía.

La implementación de cascos certificados, la protección de los menores y la restricción del número de pasajeros en motocicletas son pasos precautorios, demás, la introducción de sanciones más severas demuestra la determinación de las autoridades para hacer cumplir estas normas y promover una cultura de seguridad vial en la ciudad.

En última instancia, el objetivo es reducir la cantidad de accidentes de tránsito, salvar vidas y garantizar que todos los ciudadanos puedan circular por las calles de la Ciudad de México de manera segura y responsable.