Así fue como Ovidio Guzmán se convirtió en el ‘rey del fentanilo’, según Estados Unidos

Ha pasado una semana desde que Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, abandonó El Altiplano y fue extraditado a Estados Unidos.

En ese lapso, el hijo de Joaquín El Chapo Guzmán fue procesado y acusado en el Distrito Norte de Illinois de cinco cargos, por lo que en el próximo juicio que enfrentará es posible que se dé a conocer más información sobre su participación en la facción de Los Chapitos.

Ovidio Guzmán es el menor de los cuatro hijos que integran la organización criminal que heredaron de su padre —tras su detención en 2016— y misma a la que tuvo que ingresar precipitadamente cuando tenía solo 18 años.

De acuerdo con las autoridades estadounidenses, El Ratón comenzó a seguir los pasos de sus hermanastros Iván Alfredo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar ―hijos de la primera esposa de El Chapo― tras la muerte de otro integrante de la familia: Édgar Guzmán López, quien falleció en 2008.

Según refiere una acusación de Estados Unidos, en su primer año, y en conjunto con su hermano Joaquín Guzmán López ―alias El Güero―, Ovidio empezó a invertir grandes cantidades de dinero para comprar marihuana en México y cocaína en Colombia.

Además, al tomar el lugar de su hermano Édgar, se hizo cargo de la importación de efedrina desde Argentina para iniciarse en la producción de metanfetamina.

El 2 de abril de 2018, ambos hermanos Guzmán López fueron acusados, por primera vez, por un jurado federal en el Distrito de Columbia de conspiración para distribuir más de 5 kg de cocaína, 500 g de metanfetamina y mil kg de marihuana.

Estos datos fueron dados a conocer por las autoridades estadounidenses como resultado de una investigación de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI) y de las Fuerzas de Tarea de Control de Drogas contra el Crimen Organizado (OCDETF), cuya misión principal es “identificar, desarticular, desmantelar y procesar a miembros de alto nivel de organizaciones criminales”.

Contrario a lo que se podría creer y a diferencia de las historias de otros integrantes del cártel, Ovidio Guzmán no creció en Sinaloa, sino en la Ciudad de México. Cursó los primeros años de educación básica en la escuela CEYCA, un colegio privado con ideología católica.

Ahí pasó los primeros años de su vida hasta que la sangre lo llamó y tuvo que comenzar en las actividades ilícitas del Cártel de Sinaloa. Fue tras el arresto de ‘El Chapo’ que Los Chapitos comenzaron a tener más relevancia dentro de la organización criminal.

“Los Chapitos supuestamente asumieron el papel anterior de su padre como líderes del Cartel de Sinaloa, junto con (Ismael ‘El Mayo’) Zambada García y Dámaso López Núñez, también conocido como ‘Licenciado’”, señala una acusación del Departamento de Justicia.

Poco después, cuando su padre ya había sido extraditado al vecino norte, Los Chapitos comenzaron a acumular un mayor control sobre el Cártel de Sinaloa, supuestamente mediante amenazas y violencia contra López Núñez y otros asociados.

“Como resultado, se convirtieron en los principales líderes y narcotraficantes dentro del Cártel de Sinaloa”, asegura EEUU.

Al igual que sus hermanos, Ovidio Guzmán fue discreto durante su juventud, pero su vida cambió cuando fue detenido por primera vez el 17 de octubre de 2019 en el llamado Culiacanazo. Tras su detención y su posterior liberación, que dejó un saldo de 13 muertos, fue nombrado El rey del fentanilo; a pesar de que no es ni el más peligroso ni el más buscado de Los Chapitos.

De acuerdo con Estados Unidos, Ovidio Guzmán ha destacado por su gran ingenio y cerebro para organizar el negocio ilícito del fentanilo, droga por la que los hijos de El Chapo son considerados los miembros de la “operación de tráfico más grande, violenta y prolífica del mundo”.

Ovidio Guzmán, actualmente de 33 años, logró posicionar a Los Chapitos como una de las organizaciones criminales más importantes de México gracias a su mesura y a la personalidad de sus hermanos, quienes, se dice, son los encargados de los actos más brutales: desde asesinatos hasta las torturas más salvajes.

“Como resultado de esa violencia, el cartel incrementó su poder y la facción de Los Chapitos creció”, señala una acusación de corte federal de Manhattan que fue consultada por la cadena Univisión.

Sin embargo, Ovidio también ha participado en acciones violentas. Fuentes de información de EEUU indican que ha ordenado los asesinatos de informantes, un narcotraficante y un cantante mexicano popular quien se rehúso a cantar en su boda.

Diferentes medios de comunicación también han señalado que, lejos del uso de la violencia, lo que logró incrementar la producción de Los Chapitos ha sido la estrategia que han implementado, y que se acredita a Ovidio Guzmán.

Por ejemplo, en días recientes, la periodista Peniley Ramírez aseguró haber tenido acceso a un documento judicial en el que se refiere que El Ratón logró que Los Chapitos instalaran un modelo de negocios que operó con éxito en la Ciudad de México entre 2018 y 2021.

Por su parte, el Departamento de Justicia sostiene que Los Chapitos han utilizado una red de correos, túneles y escondites en todo México y Estados Unidos para promover sus actividades de narcotráfico.

“Los Chapitos supuestamente utilizaron aviones de carga, aviones privados, submarinos y otras embarcaciones sumergibles y semisumergibles, portacontenedores, embarcaciones de suministro, lanchas rápidas, embarcaciones pesqueras, autobuses, vagones de ferrocarril, remolques de tractores, automóviles y vehículos interestatales, comerciales privados y comerciales para transportar sus drogas y precursores químicos”, reveló EEUU en abril de 2023.

No obstante, pese a su detención, los abogados del hijo de El Chapo declararon que no sería capaz de delatar a sus hermanos, por lo que, de primer momento, aseguran no tiene intenciones de cooperar con las autoridades estadounidenses.