Equinoccio de otoño: ¿Cuáles son los mejores lugares para verlo en México?

México, nación reconocida por su profundo legado cultural y diversidad geográfica, se prepara una vez más para celebrar el equinoccio de otoño, tradición que remonta a tiempos prehispánicos. Se trata de un evento astronómico que marca el momento en que el día y la noche tienen la misma duración debido a la posición del Sol respecto al ecuador terrestre.

Este fenómeno ocurre dos veces al año: una vez durante el equinoccio de primavera y otra durante el equinoccio de otoño. Durante estos equinoccios, el Sol se encuentra directamente sobre el ecuador, lo que da lugar a que los dos hemisferios de la Tierra reciban la misma cantidad de luz solar.

Con el cambio estacional a la vuelta de la esquina, diversos sitios emblemáticos en México se han posicionado como destinos predilectos para aquellos que buscan conectarse con este evento astronómico. Y aquí te decimos en dónde puedes experimentarlo.

Chichén Itzá en Yucatán, conocido mundialmente por el espectáculo que ofrece la pirámide de Kukulcán durante el equinoccio de primavera, también convoca a miles en otoño. Visitantes se agrupan para ser testigos del fenómeno en reversa, en el cual la serpiente emplumada desciende por las escaleras del templo.

En el Estado de México, Teotihuacán se viste de blanco. Es tradicional que los asistentes, vistiendo este color, asciendan la Pirámide del Sol en busca de “cargar energía”. Este imponente asentamiento arqueológico, hogar de las pirámides del Sol y la Luna, brinda una experiencia única durante esta fecha.

Monte Albán, cuna de la cultura zapoteca en Oaxaca, se suma a la lista. Sus estructuras alineadas astronómicamente confieren al lugar un ambiente especial, perfecto para las celebraciones del equinoccio.

Mientras tanto, Dzibilchaltún en Yucatán es el escenario de un asombroso amanecer. Durante los equinoccios, el sol surge alineado perfectamente con las puertas del Templo de las Siete Muñecas, un espectáculo que ha maravillado a generaciones.

El pequeño pero místico Malinalco en el Estado de México, con su zona arqueológica dedicada al dios Huitzilopochtli, también brinda un escenario propicio para recibir el equinoccio en un ambiente de paz y reflexión.

Por su parte, Tajín en Veracruz se llena de danzas y rituales. Conocida como la Ciudad del Trueno por sus 365 nichos en la Pirámide de los Nichos, se ha establecido como un sitio imperdible durante esta temporada.

Más al sur, en Quintana Roo, Tulum, con su inigualable vista al mar Caribe y sus ancestrales ruinas mayas, ofrece un escenario sin paralelo para recibir el equinoccio de otoño.

En el estado de Morelos, la Zona Arqueológica de Xochicalco se distingue por su observatorio. Durante los equinoccios, la luz solar penetra en una cueva y forma sorprendentes patrones en el suelo, atrayendo a curiosos y entusiastas.

Finalmente, en el corazón de la capital mexicana, el Templo Mayor, principal centro ceremonial de los mexicas, resurge como un punto de encuentro para rituales y celebraciones contemporáneas relacionadas con los equinoccios.

A medida que el equinoccio de otoño se acerca, México, con su rica tapiza cultural y sus sitios históricos, se erige como el escenario perfecto para quienes buscan conectarse con la trascendencia de este evento astronómico y la rica herencia prehispánica que lo acompaña.