Tras darse a conocer que Allan Gil sería investigado por haber terminado con la vida de su exnovia, Ana María Serrano. La madre del sospechoso, Erika Romero, salió en defensa de su hijo desde sus redes sociales asegurando que se le está juzgando sin elementos.
En un video, la señora asegura que quien debe recibir justicia es su hijo pues da a entender que el caso de la muerte de la jovencita de 18 años no involucra a su hijo quien es acusado de haber perpetrado el crimen.
En sus palabras, Allan es un muchacho muy bueno, que ha sido educado con valores familiares que imperan en su núcleo más cercano, por lo que no considera que sea capaz de realizar tal acto.
“Este es un llamado de alerta a todos, es muy fácil caer en las olas de información que dictan sentencias, juzgan sin elementos y hacen afirmaciones a la ligera, este caso es muy lamentable, pero nos da la oportunidad de voltear a ver a nuestros hijos que nos mandan señales de ayuda, les pido no transformar este doloroso caso en una oportunidad mediática”, detalló.
Destacó que si hijo es un excelente estudiante y que tanto sus hermanos como sus amigos reconocen a la gran persona con la que se han relacionado a lo largo de los años, sin dejar de lado que, desde su perspectiva es un gran hijo.
“Fue el primer promedio de la generación, es deportista de corazón, estos valores nos definen como familia, Allan es un muchacho limpio, estudioso que tiene excelentes amistades. Les pido leer con cuidado las noticias, cuestionen todo lo que vean en las redes, les pido justicia, justicia para Allan”.
Cámaras de seguridad captaron al agresor
Tras tener una sensación de que su hija no estaba bien, la mamá de Ana María, Ximena Céspedes, intentó protegerla, pero ya era demasiado tarde. Cuando llegó a su casa, acudió directamente a la Fiscalía del Estado de México en donde denunció los hechos.
Ante la terrible noticia, elementos de la FGJ Edomex iniciaron las investigaciones en donde lograron encontrar videos de las cámaras de seguridad del lugar donde se puede ver al supuesto agresor minutos después de que salió de la casa de la familia Serrano Céspedes.
Las imágenes muestran a un sujeto de la misma complexión que Allan Gil utilizando una gorra, pantalón, sudadera y hasta un cubrebocas negro con el objetivo de que nadie pudiera reconocerlo. No obstante, en el lugar de los hechos una gorra y el cubrebocas fueron encontrados, mismos que los padres de Ana reconocieron como propiedad del exnovio de su hija.
Debido a que las pistas indicaban que el joven de también 18 años de edad había sido el culpable, autoridades procedieron a detenerlo. Fue entonces cuando el Ministerio Público rápidamente lo vinculó a proceso por el delito de feminicidio.