Del bastón de mando entregado a Sheinbaum al Tren de Toluca: las grandes mentiras de AMLO en su sexenio, según Riva Palacio

En su columna de este miércoles, el periodista menciona algunas de las grandes obras que han sido inauguradas por el presidente, aún cuando están inconclusas

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El Presidente López Obrador no
El Presidente López Obrador no entregará concluidas en su sexenio varias obras insignia. (Equipo de prensa Andrés Manuel López Obrador)

El pasado martes, Santiago Ortela, medico tradicional que representa a 68 pueblos originarios oficialmente reconocidos, y quien entregó el bastón de mando al Presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) el 1 de diciembre de 2018, poco después de ser investido como mandatario nacional, lo regañó por haber entregado dicho bastón a Claudia Sheinbaum hace unos días.

Esto habría sido minimizado por AMLO, quien dijo que no se trataba del mismo bastón, sino de otro que le había entregado otra comunidad indígena, además de que le habían autorizado darlo a Sheinbaum.

Sobre este, y otros tropiezos del mandatario nacional a lo largo de su sexenio, habló el periodista Raymundo Riva Palacio en su columna Estrictamente personal, titulada Realidades alternas.

En ella, Riva Palacio menciona que este episodio sólo pudo dejar mal parado al mandatario nacional por el exceso de propaganda y realidades alternas que ha manejado de manera excelsa durante el sexenio, “que tuvo un retroceso mañanero al quedar expuesto como un charlatán”.

Según el periodista, AMLO había recibido una llamada de atención hace 10 días, cuando tras la entrega del bastón de mando, los representantes de las Comunidades y Pueblos Indígenas expresaron su indignación, ya que ese acto simbólico de entrega de poder tiene un significado espiritual que sólo puede ser entregado por ellos, no por el Presidente, además, es criollo. Los de ayer habría sido una consecuencia de ello.

 Santiago Ortela "regañó" a
Santiago Ortela "regañó" a AMLO por entregar bastón de mando a Claudia Sheinbaum. Europa Press/Contacto/Luis E Salgado

“El Presidente fue atrapado en la misma realidad que ha construido durante su administración, que ha puesto todo su énfasis en la retórica y la simulación, pero que, en el epílogo de su sexenio, empieza a descubrirse que sus dichos no tienen sustento”, señala el periodista.

Aun así, nada ha impedido que AMLO mantenga la óptica como ejercicio de gobierno y la negación como estrategia para ocultar la realidad. Lo califica como un maestro del engaño que sigue “engatusando” a miles de mexicanos.

Menciona que inauguró el Tren El Insurgente, proyecto original del presidente Enrique Peña Nieto para conectar a la Ciudad de México con Toluca. Sin embargo, los listones que cortó no fueron para la ruta, sino para una primera fase, faltando por terminar 60 kilómetros.

AMLO "inauguró" el tren a
AMLO "inauguró" el tren a Toluca, sin embargo, está inconcluso. (Foto: Cortesía Presidencia)

Lo mismo ocurrió con el Tren Maya, con la inspección técnica terrestre que realizó a inicios de septiembre, donde se recorrió una pequeña parte de la construcción al norte de la Península de Yucatán, la única relativamente terminada, y que probablemente sea lo único que se concluya en el sexenio.

Otro caso similar, mencionado por Riva Palacio, fue que en julio pasado inauguró la refinería en Dos Bocas, sin embargo, la obra está incompleta y no cumplirá la meta de hacer a México autosuficiente en combustible, al menos en 2024.

Menciona que el miércoles de la semana pasada, AMLO y Samuel García, gobernador de Nuevo León, oprimieron un botón en la planta de Bombeo Cero para supuestamente iniciar la operación del Acueducto El Cuchillo 2, que en un máximo de 10 días comenzaría a calmar la crisis de desabasto en Monterrey.

Sin embargo, menciona a una investigación periodística del medio El Norte, en el que se asegura que el botón fue nadamás para la foto, pues la obra estaba inconclusa.

Riva Palacio explica que la palabra del Presidente es poderosa y lo mantiene con altos niveles de popularidad, sin embargo, la realidad lo desmiente todos los días, pero su empuje no cesa y su credibilidad con millones de mexicanos tampoco disminuye. “Bien por él, pero mal por el país”, escribe el periodista.

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