Así puedes desintoxicar tu hígado graso de forma natural

Las personas que tienen sobrepeso u obesidad tienen mayor probabilidad de tener la enfermedad

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La mitad de los argentinos
La mitad de los argentinos hoy tiene sobrepeso y se estima que un 30% podría tener hígado graso (Shutterstock)

El hígado graso, también conocido como enfermedad hepática grasa o esteatosis hepática, es una afección en la cual se acumula un exceso de grasa en las células del hígado.

El hígado es un órgano vital que desempeña un papel fundamental en el procesamiento de los nutrientes, la desintoxicación del cuerpo y la producción de proteínas esenciales. Ésta se presenta en personas con sobrepeso u obesidad, resistencia a la insulina, niveles elevados de azúcar en sangre y niveles elevados de grasas, especialmente triglicéridos.

hay dos tipos de higado graso: no alcohólico (HGNA); ésta es la forma más común de hígado graso y no está relacionada con el consumo excesivo de alcohol. Mientras el Hígado graso alcohólico, está directamente relacionada con el consumo excesivo de alcohol.

El alcohol es metabolizado en el hígado, y el abuso crónico de alcohol puede llevar a la acumulación de grasa en las células hepáticas, lo que puede dañar el órgano con el tiempo y dar lugar a enfermedades hepáticas más graves, como la hepatitis alcohólica o la cirrosis.

¿Cómo ayudar a limpiar tu HGNA?

ILUSTRACIÓN - El movimiento regular
ILUSTRACIÓN - El movimiento regular ayuda a mantener sano el hígado. Foto: Christin Klose/dpa

La detección temprana del HGNA y la adopción de un estilo de vida saludable, que incluya cambios en la dieta y el ejercicio, son fundamentales para prevenir y controlar esta afección. Limpiar el hígado graso implica tomar medidas para reducir la acumulación de grasa en el hígado y mejorar su salud general.

Aquí hay algunas estrategias que pueden ayudar a limpiar y mantener un hígado más saludable:

  1. Mantén un peso saludable: Si tienes sobrepeso u obesidad, perder peso gradualmente puede reducir la acumulación de grasa en el hígado. La pérdida de peso a través de una dieta equilibrada y ejercicio regular es fundamental para mejorar la salud del hígado graso no alcohólico.
  2. Adopta una dieta saludable: Cambia tu dieta para reducir el consumo de grasas saturadas y trans, azúcares agregados y alimentos procesados. En su lugar, enfócate en una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables, como las que se encuentran en el aceite de oliva, el aguacate y los frutos secos. Limita la ingesta de alcohol si tienes hígado graso alcohólico.
  3. Controla los carbohidratos: En algunos casos, es beneficioso reducir la ingesta de carbohidratos, especialmente los carbohidratos refinados y los azúcares simples. Opta por carbohidratos complejos, como los que se encuentran en granos enteros, legumbres y vegetales.
  4. Hidrátate adecuadamente: Beber suficiente agua es esencial para el funcionamiento adecuado del hígado y la eliminación de toxinas del cuerpo. Evita las bebidas azucaradas y el exceso de café.
  5. Ejercicio regularmente: El ejercicio ayuda a quemar grasa y mejora la sensibilidad a la insulina, lo que puede beneficiar al hígado graso. Intenta hacer actividad física regularmente, como caminar, nadar o practicar yoga.
  6. Controla tus niveles de azúcar en sangre: Si tienes diabetes o resistencia a la insulina, mantener un control adecuado de tus niveles de azúcar en sangre es crucial para reducir la acumulación de grasa en el hígado.
  7. Evita medicamentos y suplementos innecesarios: Algunos medicamentos y suplementos pueden dañar el hígado, así que asegúrate de consultar con un médico antes de tomar cualquier medicamento de venta libre o suplemento.
  8. Considera el consumo de antioxidantes: Los antioxidantes, como la vitamina E y el té verde, pueden ser beneficiosos para la salud del hígado. Sin embargo, consulta con un profesional de la salud antes de comenzar cualquier suplemento.

Si tienes hígado graso, es importante trabajar con un profesional de la salud para desarrollar un plan de tratamiento y seguimiento adecuado. En algunos casos, puede ser necesario realizar pruebas adicionales y considerar medicamentos o intervenciones médicas.

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