A seis años del colapso del Colegio Enrique Rébsamen por el sismo del 19 de septiembre de 2017 que dejó 26 personas muertas, la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México (FGJ-CDMX) ha pedido una pena de 270 años de cárcel para cada uno de los Directores Responsables de Obra (DRO) de dicha edificación.
Juan Apolinar Torales Iniesta y Francisco Arturo Pérez Rodríguez fueron las dos personas que avalaron la operación de la escuela en la que fallecieron 19 niños y siete adultos.
De acuerdo con las imputaciones contenidas en la carpeta CI-FTL/TLP-2/UI-3C/D/1695/09-2017 a la que tuvo acceso el medio Milenio, la Fiscalía capitalina señala que Torales Iniesta tuvo la responsabilidad de avalar la construcción en materia de seguridad y operación de los predios en donde se ubicó el Colegio Rébsamen, mientras que Pérez Rodríguez otorgó el dictamen estructural con el que avaló el soporte del peso que permitió la construcción del departamento que habitaba la entonces directora del plantel, Mónica García Villegas.
Hasta el momento tres DROS fueron detenidos por su responsabilidad en la muertes de 26 personas: uno de ellos, Juan Mario Velarde, quien ya cumple una condena; mientras que Juan Apolinar fue detenido en el 2019 y ha logrado alargar su proceso con diversos amparos; el último fue Francisco Pérez, quien fue aprehendido en 2022.
En el caso del Colegio Enrique Rébsamen la Fiscalía sólo ha logrado dos condenas: la primera la del DRO Juan Mario Velarde, quien originalmente había sido sentenciado a 208 años de prisión (ocho años por cada una de las víctimas mortales), pero que luego de un error del Tribunal de Enjuiciamiento tuvo que ser acortada a 70 años de prisión.
y la segunda la de la directora Mónica García Villegas, quien cumple una condena de 26 años de cárcel en el penal de Santa Martha Acatitla por el delito de homicidio culposo y responsabilidad del propietario del inmueble.
Tema resurge, pero se politiza
De cara al sexto aniversario del sismo del 19 de septiembre de 2017 el tema de las estructuras colapsadas y los decesos que éstas dejaron, entre ellas el Colegio Rébsamen, ha tomado fuerza nuevamente aunque no deja de estar politizado.
Un ejemplo de ello fue su inclusión en uno de los nuevos libros de texto del Gobierno Federal, en donde señala que: “Para la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, la explicación de lo sucedido es producto de la negligencia y la corrupción de particulares y autoridades que hoy enfrentan a la justicia”, asimismo, en otro punto exponen que la negligencia humana y las omisiones en el cumplimiento de las normativas de construcción costaron la vida de personas.
Además, tras la reciente polémica de Xóchitl Gálvez, a quien se ha señalado de construir su Casa Roja en la alcaldía Miguel Hidalgo supuestamente por una red de tráfico de influencias y corrupción, el Movimiento Regeneración Nacional (Morena) exigió la demolición de su vivienda, a lo que Claudia Sheinbaum se opuso aunque aclaró estar en contra de la corrupción inmobiliaria.
Ante ello, la virtual candidata presidencial del Frente Amplio por México ha afirmado que de igual manera ella se ha caracterizado por denunciar la corrupción inmobiliaria como lo hizo en el pasado (aludiendo a su fuerte denuncia sobre lo ocurrido en el Colegio Enrique Rébsamen), cuando Sheinbaum era alcaldesa en Tlalpan.
A su vez, el presidente del Partido Acción Nacional (PAN) en la Ciudad de México, Andrés Atayde, ha señalado que Sheinbaum Pardo apostó por el olvido de las víctimas del Rébsamen y subrayó que su paso por la capital como Jefa de Gobierno sólo dejó muerte, negligencia y corrupción.