Con más de cinco décadas de trayectoria en el medio artístico nacional, Sergio Arau continúa innovando en cada uno de sus proyectos. Y es que su paso por La Ley de Herodes y Botellita de Jerez lo llevaron a convertirse en una de las personalidades más influyentes del rock mexicano durante su apogeo al grado de transformar en una identidad musical: Rockotitlán.
Tras años luchando contracorriente en búsqueda de sus sueños y sin perder su esencia, el compositor chilango lanzó una nueva estocada al corazón. Se trata nada más ni nada menos que de Tocada y Fuga, un disco que sin lugar a dudas resulta bastante familiar desde el primer compás, pues Sergio Arau retomó memorables canciones de música clásica para llenarlas de nuevas historias de amor, desamor y más para conectando así siglos de historia musical.
“En el antro en el que estábamos empezó a sonar una música que me pareció muy conocida y era El bolero de Ravel pero en grupero, con Los Varón de Apodaca, y se llamaba Ladys Night (...) Yo siempre juego con los juegos de palabras, hago mezclas y entonces empecé a jugar con la música para hacer lo mismo. Fui juntando ideas que tenía para tomar canciones clásicas”, contó en entrevista exclusiva con Infobae México.
Sergio Arau no tuvo miedo en experimentar con la música que marcó a generaciones en todo el mundo hace ya más de un siglo, pero que se mantienen vigentes como parte de la cultura popular. Sin más hizo a un lado lo solemne que caracteriza a piezas clásicas usualmente tocadas en grandes auditorios con orquesta y se dejó llevar por su concepto:
“Lo solemne y lo popular son como lo contrario. Lo popular se comparte. Yo creo que la música clásica la verdad es que haya durado tantos años tiene razones muy claras, es genial, hacen algo que te tocan, te llegan”, comentó.
El cantante de 71 años de edad explicó que dicha ola de emociones no son exclusivas del género clásico, pues en la cultura mexicana muchos cantautores lograron que sus temas tocaran el corazón de millones sin importar el paso del tiempo: “Hay piezas de Juan Gabriel, del Buki, de José Alfredo Jiménez, en todas las épocas ha habido. Lo que pasa es que estas dices: ‘¡Wow!’”.
El concepto que Sergio Arau construyó con Tocada y Fuga capturó la atención de artistas como Rubén Albarrán, Andrea Echeverri, Camilo Lara y su esposa, la actriz Yareli Arizmendi, quienes se sumaron a las 10 canciones que integran el álbum.
“Intenté cantar Carmen de cañón haciendo voz de mujer y pues la verdad no, se oía chafísima. Entonces le pedí a Yarely, que es actriz que canta pero no es una cantante (...) y a votación popular se quedó”, recordó.
Pero eso no es todo, el exintegrante de Botellita de Jerez llevó su nuevo lanzamiento musical un paso más allá, pues no acompañó su canciones con videoclips de época, también diseñó una especie de puesta en escena donde fusionó los espectáculos actuales con aquellos que se realizaban en los escenarios más prestigiosos del mundo acompañados de comedia.
“La versión en vivo de este disco ya se volvió una especie de rock-ópera, es más bien como standup-ópera, porque son como standuperos platicando las historias y platicando sobre cómo ´trabajé´ con Chaikovski, con Beethoven, con Johann Strauss, y así voy contando las historias (...) Es muy visual, salimos de época pero con rasgos punks”, declaró.
Tras el éxito que ha alcanzado con su público, decidió que es momento de llevar montar una puesta en escena ya que, desde su perspectiva, sus presentaciones ya se convirtieron en una interacción: “El plan es irnos a teatros y hacer temporada, es el siguiente paso”.
“Hago y digo lo que quiero decir y hacer”
Sergio Arau no especificó cuándo y dónde comenzará funciones, pues todavía falta mucho camino por recorrer. Y es que todavía no cuenta con los recursos necesarios para poder montar un espectáculo como su público se merece.
Este problema no es nuevo, pues según contó en entrevista con Infobae México, durante sus 50 años de trayectoria en el medio artístico nacional ha padecido con quienes controlan la industria debido a discrepancias con las ganancias.
“No me ha ido bien con la industria musical, o sea, mi paso por las disqueras fue espantoso. Siento que cada vez el autor recibe menos, tanto desde dinero hasta agradecimiento, o sea, somos la materia prima de esta industria y no se nos trata bien, no se nos valora, nada más los que venden”, dijo.
“Lo que vale es que vendes, entonces en ese caso el porn* y las drogas venden más”.
El también director de cine recordó que cuando comenzó su carrera solía obtener mayores ganancias con sus discos porque los vendía directamente a sus fans, pero ahora la popularización de plataformas digitales ha provocado que exista un desajuste considerable.
“Antes podías vivir de vender discos, ahora ya ni discos hay y nos pagan cuatro céntimos de centavo en las plataformas, es muy injusto. Te dicen que ahí te promocionas y sí, pero no. Se supone que suben entre 60 mil y 70 mil canciones diarias... para que te descubra alguien ahí te tienen que decir y si tienes una disquera grande o mucha lana te va a bien, pero la verdad es que yo voy por el otro camino”, comentó.
“No descarto tocar en cualquier parte, de hecho yo casi no voy a conciertos grandes, casi siempre voy a clubs a ver a los músicos que me encantan (...) Solamente hago proyectos que me interesan personalmente no porque vayan a vender más o menos”.
Pese a obstáculos, Sergio Arau aseguró que continuará tocando en cualquier lugar donde haya personas que quieran escuchar:
“Voy solito, soy de verdad independiente. No he aceptado hacer una comedia romántica en cine, no me interesa, hay poco tiempo. La vida es corta para la cantidad de cosas que uno quiere y puede hacer, yo me mantengo en lo mío, sigo nada más hablando de lo que me interesa, lo que me preocupa y uso los diferentes lenguajes”, agregó.