Como parte de las estrategias bélicas para combatir a sus rivales y a las fuerzas de seguridad, los cárteles mexicanos comenzaron a implementar blindajes en sus vehículos que, según fuentes militares, han presentado una notoria evolución en los últimos años.
En diversas entrevistas con el periodista Óscar Balderas de Milenio, agentes del Ejército y la Guardia Estatal de Tamaulipas reconocieron que se enfrentan a una “tercera generación” de unidades móviles, conocidas como “monstruos”, caracterizada por incorporar tecnología de guerra.
Y es que los “monstruos” con los que las autoridades se han topado en fechas recientes presentan grandes diferencias respecto a los primeros blindados creados por Heriberto Lazcano, alias “El Z3″, bajo las órdenes de Osiel Cárdenas Guillén, exlíder del Cártel del Golfo.
Debido a su lentitud y pesadez, aquella primera flotilla que captó la atención en 2010 se utilizó sólo para labores de vigilancia.
Los militares entrevistados por Balderas señalaron que una “segunda generación” de estos acorazados llegó de la mano de Juan Manuel Loza Salinas, alias “Comandante Toro”, otro mando relevante al interior del CDG.
Aparentemente, fue gracias a él que los “monstruos” comenzaron a parecerse más a las tanquetas, pues Loza quería que se pudieran utilizar en las ciudades.
“Se volvieron armamento urbano. Los Zetas empezaron a abrir talleres mecánicos y traer refacciones de Estados Unidos. La guerra se volvió técnica”, dijo un agente castrense al periodista.
Aunque fue asesinado en 2017, el legado del “Comandante Toro” se ha extendido hasta la actualidad, pues agentes de la Guardia Estatal encontraron que una flotilla de “monstruos de tercera generación” le pertenecería a uno de sus más destacados aprendices: Carlos Humberto Acuña de los Santos, alias “Comandante Mono” o “Metro 36″.
Una de las principales características de estos novedosos y letales vehículos es su recubrimiento con una placa de acero de grado militar resistente a ataques con drones y minas terrestres.
Además, el Cártel del Golfo ha implementado mejoras tecnológicas en sus unidades, pues hay vehículos que cuentan con “equipo bajadrones”, un software instalado en la computadora del blindado que bloquea la señal de drones enemigos.
Según información citada por Óscar Balderas, estos “monstruos” usan llantas importadas de Estados Unidos que les permiten circular hasta 64 mil kilómetros incluso después de haber recibido impactos de bala.
Por si fuera poco, a esto se añade la instalación de fusiles Barret 50, mástiles para adaptar telescopios y conductos que expulsan gas lacrimógeno para ataques a corta distancia.