La reducción de la jornada laboral a un máximo de 40 horas a la semana aún permanece en discusión. El artículo que se reformaría es el 123 de la carta magna y será discutido durante septiembre de 2023 en la Junta de Coordinación Política (JUCOPO). La iniciativa desde su inicio buscaba modificar un rubro de la Ley Federal del Trabajo (LFT) que había permanecido inalterable durante 106 años, desde la Constitución elaborada en 1917.
Un paso importante hacia la reducción de la jornada laboral sucedió en abril, cuando la Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados aprobó la reforma a la fracción IV del apartado del artículo mencionado. Aunque lo anterior representó un avance hacia este objetivo, el proceso aún continuaba en el periodo ordinario, iniciado en septiembre hasta concluir en una decisión clara en el Pleno.
La propuesta fue realizada por la diputada de Movimiento Regeneración Nacional (Morena), Susana Prieto Terrazas, quien hizo un seguimiento jurídico de su iniciativa desde que comenzó el proceso. Entre los cambios más importantes destacaban dos días de descanso tras haber laborado cinco en una semana hábil, avalados por la reforma constitucional en caso de aprobarse en este dictamen sin modificaciones.
La reducción de la jornada laboral se discutió el 18 de septiembre
El 18 de septiembre se llevó a cabo la discusión del dictamen para la reducción de la jornada laboral de 48 a 40 horas a la semana como máximo. Este tema había sido objeto de un intenso debate y análisis en México, por lo que la JUCOPO tenía entre sus prioridades llegar a una decisión final respecto a su implementación. En caso de rechazarse, las empresas estarían mejor reguladas para pagar las horas extra solicitadas a sus trabajadores.
La discusión sobre la reducción de la jornada laboral implicaba varios cambios en las condiciones de trabajo de los empleados mexicanos. Uno de los cambios más notables era la modificación del máximo de días laborales a la semana. La reforma propuesta establecía que los trabajadores solo podrían laborar cinco días a la semana en lugar de los seis actuales con un día de descanso. Esto permitiría a los empleados disfrutar de 48 horas sin actividades laborales continuas, lo que podría mejorar significativamente su calidad de vida y su bienestar.
En cuanto al pago de horas extras, se tendría una regulación igual a la existente para los casos de las llamadas “horas dobles”, con un 100% adicional por cada hora fuera del horario laboral, y “horas triples”, cuyo pago sería de tres veces el salario por cada hora laborada, lo que contribuiría a una distribución más equitativa del trabajo, como lo explicaba la LFT.
Otro aspecto clave es que el tiempo de descanso para comer se mantendría intacto, de acuerdo con el artículo 63. La reforma proponía que se respetara un receso de 30 minutos como mínimo para que los trabajadores pudieran comer en condiciones más adecuadas, lo que contribuiría a mejorar su salud e incluso mantendría los niveles de estrés en un mínimo necesario para continuar con las actividades.
La COPARMEX también hablará de la reducción de la jornada laboral
La Confederación Patronal de la República Mexicana (COPARMEX) es una de las voces más influyentes en el ámbito empresarial en México. Ha expresado su preocupación por los posibles efectos de la reducción de la jornada laboral en la competitividad de las empresas mexicanas. Argumenta que esto podría aumentar los costos laborales y que primero se deberían adoptar los compromisos adoptados durante 2023. Sin embargo, reconoce la importancia de mejorar las condiciones laborales en el país, y realizará un análisis de la propuesta en el “Foro Laboral: Logros, avances y desafíos en México”, el 27 de septiembre.
La discusión en torno a la reducción de la jornada laboral en México ha generado opiniones divergentes entre los partidos políticos. Mientras que algunos defienden la reforma como un avance hacia una mayor calidad de vida para los trabajadores, otros la ven con escepticismo debido a las implicaciones económicas que podría tener.
El partido que ha liderado esta iniciativa, Morena, afirma que se trata de una propuesta para mejorar las condiciones laborales y la equidad. En contraste, el Partido Acción Nacional (PAN) y el Partido Revolucionario Institucional (PRI) han manifestado sus reservas respecto a esta reforma. Argumentan que podría tener un impacto negativo en la economía, especialmente en un momento en el que el país busca recuperarse de los efectos de la pandemia de COVID-19.