Almacenar y conservar los alimentos para asegurar un suministro de calidad ha sido un desafío constante a lo largo de la historia de la humanidad. Por ello, existen varios obstáculos, como la humedad, la amenaza de microorganismos patógenos y la contaminación por toxinas peligrosas.
Uno de los alimentos que buscamos preservar con mayor frecuencia son los frutos secos, apreciados por su sabor y propiedades nutricionales. Sin embargo, existe un peligro oculto que acecha en estos alimentos: las micotoxinas.
¿Qué son las micotoxinas?
Las micotoxinas son compuestos químicos tóxicos producidos por ciertos tipos de hongos, conocidos como mohos. Estos pueden prosperar en condiciones de humedad y temperatura adecuadas, lo que los hace una amenaza para una amplia gama de alimentos, desde granos hasta frutos secos, frutas y productos procesados.
Algunas de estas micotoxinas tienen el potencial de ser perjudiciales para la salud humana, y en algunos casos, se ha asociado su exposición con un mayor riesgo de cáncer.
Principales tipos de micotoxinas y sus fuentes
- Aflatoxinas: Estas micotoxinas son producidas principalmente por especies de hongos. Pueden contaminar alimentos como nueces, cacahuetes, maíz y sus derivados, y se les considera carcinógenos humanos, vinculados al cáncer de hígado.
- Ocratoxina A: Producida por ciertos hongos, como Penicillium y Aspergillus, se encuentra en granos, café, pasas y productos de uva. Aunque su impacto en los seres humanos no está completamente claro, estudios en animales sugieren un vínculo con el cáncer.
- Fumonisinas: Producidas por hongos del género Fusarium, estas micotoxinas pueden contaminar granos como el maíz y sus productos derivados. Se han estudiado en relación con el cáncer esofágico, especialmente en áreas donde se consumen alimentos contaminados con fumonisinas.
- Patulina: Producida por hongos Penicillium y Aspergillus, se encuentra en manzanas y sus derivados, como jugos y productos de frutas. Aunque se ha estudiado su toxicidad en animales de laboratorio, su relación con el cáncer en humanos no está completamente establecida.
Alimentos propensos a la contaminación por micotoxinas
- Granos como maíz, trigo, arroz, cebada, avena y sorgo.
- Frutos secos como nueces, almendras, pistachos y cacahuetes.
- Legumbres, como el maní (cacahuate) y la soja.
- Alimentos y productos derivados de granos, como pan y cereales para el desayuno.
- Especies como la pimienta negra y la nuez moscada.
- Frutas secas como pasas, ciruelas pasas y dátiles.
- Café y cacao.
- Productos lácteos, si las vacas se alimentan con alimentos contaminados.
- Alimentos para mascotas, como el alimento para perros y gatos.
Recomendaciones para reducir la exposición
Para minimizar el riesgo de exposición a estas sustancias potencialmente dañinas, es esencial seguir buenas prácticas de manipulación y almacenamiento de alimentos. Esto incluye mantener los alimentos secos y almacenados adecuadamente.
Es importante desechar cualquier alimento que presente signos visibles de moho. Además, es fundamental cumplir con las regulaciones de seguridad alimentaria establecidas por las autoridades sanitarias locales y nacionales.