Al igual que todos los lugares, existen reglas que no pueden romperse y se deben acatar, y sobre todo cuando se expone la vida de muchas personas. En las últimas horas, se viralizó como un sujeto se le hizo fácil y entró al baño a fumar sin importarle el daño que podría repercutir.
A través de la red social de Tiktok, Jessi, el nombre de una usuaria compartió un video en donde se puede apreciar como un hombre se le llamó la atención y posteriormente detenido por entrar al baño a fumar, por lo que la alerta de incendio se activó, provocando la angustia de los demás pasajeros.
Debido a esto, una de las aeromozas trata de calmar a todos los pasajeros y explicarles la imprudencia que cometió el fumador compulsivo, y una vez que desciendan sería detenido por la Guardia Nacional.
“Activó una alarma en el baño delantero del avión, gracias a que encendió un cigarro. Como ustedes pueden notarlo, tenemos señales, indicaciones en las que está prohibido fumar en todo momento; al llegar a Guadalajara le vamos a pedir a todos que, por favor, permanezcan sentados hasta que la tripulación se los indique para que puedan desembarcar tranquilamente y al final él va a desembarcar y va a subir la Guardia Nacional por él”, explicó la sobrecargo al micrófono.
Esto pagará por su imprudencia
De acuerdo con la Ley de Aviación Civil y las regulaciones establecidas por la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), el infractor tendrá que pagar una multa de 2 mil unidades de medida y actualización (UMA). El valor actual de una UMA en México es de 103.74 pesos mexicanos. Por lo tanto, el fumador su infracción sería de 200 mil pesos mexicanos.
Cabe recordar que fumar en el avión está prohibido desde 1973, luego de que un pasajero apagó mal una colilla, la cabina se llenó de humo y causó la muerte de 123 pasajeros. Es por ello, que, desde ese momento, está prohibido fumar en cualquier parte de un avión, y la persona que incumpla esta norma podrá recibir una multa.
La historia de por qué está prohibido fumar en los aviones
La historia comenzó en el aeropuerto de Galeão, de Río de Janeiro. El vuelo 820 de Varig, que se llevaría a cabo con un Boeing 707-345C, estaba listo para despegar hacia el aeropuerto Orly, en París, Francia.
Cerca de las 3 de la mañana, el capitán de la nave, Gilberto Araujo Da Silva, junto a su copiloto Alvio Basso informaron al control en Orly que se estaban aproximando, varias alarmas comenzaron a sonar dentro de la cabina de los comandantes; había fuego dentro del avión.
Mientras tanto, las azafatas y el resto de la tripulación buscaban sin éxito el origen del fuego y la cabina de pasajeros se iba llenando de un denso humo negro que no solo afectaba la vista, sino que comenzaba a impedir la normal respiración de los viajeros.
Segundos después, el avión impacto sobre la pista debido a que perdió las alas y los motores se desprendieron. El fuselaje no sufrió daños, pero un nuevo incendio comenzó en el avión.
Tan solo siete minutos tardaron los bomberos en llegar: lograron rescatar a 4 personas vivas, de las que sólo una logró sobrevivir: el resto, 123 personas, fallecieron producto de la asfixia o calcinados por el fuego.
La Oficina de Investigación y Análisis para la Seguridad de la Aviación Civil (BEA, por sus siglas en francés) estuvo a cargo de la investigación del hecho y reveló que la causa del incendio había sido un cigarrillo mal apagado en uno de los baños.