La ola de violencia continúa latente en México y el crimen organizado ha vuelto a ser vinculado directamente con la industria musical. Y es que durante la madrugada de este martes 12 de septiembre, cuatro mantas adjudicadas al Cártel Jalisco Nueva Generación aparecieron en Tijuana, Baja California, con un mensaje de muerte dirigido al cantante Peso Pluma.
“Esto va para ti, Peso Pluma. Abstente de presentarte el día 14 octubre porque será tu última presentación por irrespetuoso y lengua suelta, te presentas y te vamos a partir tu madre”, se lee en la manta firmada con las siglas CJNG, en referencia a la organización liderada por Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”.
Al momento, las autoridades de la entidad evalúan si continuarán adelante con la presentación del cantante de corridos tumbados; mientras Emilio no ha emitido reacción alguna al momento.
El ambiente del regional mexicano ha sido caldo de cultivo desde hace años para que los grupos delincuenciales se acerquen a los músicos y les soliciten la creación de un corrido dedicado al cártel en turno, lo que crea tensión ante el cártel rival, sobre todo cuando son entonados en territorios en disputa.
Este vínculo no es reciente y ya desde los 90 los grupos e integrantes de bandas norteñas, sierreñas y rancheras han sido amenazadas por células delictivas, y no pocas veces sin desenlaces fatales.
Chalino Sánchez, el “rey del corrido” que murió violentamente
A 32 años del asesinato de Rosalino Chalino Sánchez, la carta que recibió a la mitad de uno de sus conciertos continúa siendo un enigma, pues se desconoce el contenido que tenía.
Sin embargo en aquella actuación del 15 de mayo de 1992 en el Salón Verdolagas de Culiacán Sinaloa, el cantante de Las nieves de enero continúo normalmente sin imaginar que al salir del recinto iba a ser interceptado junto con sus acompañantes por un convoy de personas armadas que dijeron ser policías y les pidieron que los acompañaran para “hablar con el comandante”.
Al día siguiente, el cuerpo de Chalino fue encontrado por campesinos en un canal de agua, con las muñecas y los tobillos atados, los ojos vendados y dos disparos en la nunca. Aún se desconoce la razón de su asesinato, algunas versiones apuntan a que se enamoró de la esposa de un capo, otras dicen que fue por una venganza personal de años atrás; sin embargo el signo de un disparo en la cabeza es marca de la macabra ejecución del Cártel de Sinaloa, ya activo por esos años
Cabe destacar que meses antes de su asesinato, durante un concierto en Coachella, una persona le disparó en el escenario, pero “el rey del Corrido” logró repeler a su atacante y lo hirió.
Un “gallo de oro” asesinado a quemarropa
Valentín Elizalde gozaba del mejor momento en su carrera cuando el 25 de noviembre de 2006 fue asesinado en su camioneta Suburban negra, cuando viajaba luego de un show junto a Mario Mendoza Grajeda, su primo Fausto “Tano” Elizalde y el chofer, Reynaldo Ballesteros.
Tras salir de una presentación en Reynosa, Tamaulipas, “El gallo de oro” fue baleado por 70 impactos y el grueso calibre de las armas empleadas aumentó de inmediato las sospechas de un ajuste de cuentas.
Versiones policiales refieren que el músico fue asesinado por cantar A mis enemigos, narcocorrido considerado como un mensaje de El Chapo Guzmán a los Zetas.
“Sigan chillando culebras, las quitaré del camino, y a los que en verdad me aprecian, aquí tienen a un amigo, ya les canté este corrido, a todos mis enemigos”, dice la letra del tema que le costó la vida al músico a los 27 años. Se dice que Jaime González Durán El Hummer, un sicario de los Zetas, se encontraba entre el público y le molestó que la haya cantado dos veces en el territorio “de su dominio”.
Zayda Peña y su sangriento drama hospitalario
A principio de la década de los 2000 la cantante tamaulipeca Zayda Peña logró gran popularidad en el sur de Estados Unidos y en las ciudades fronterizas de México con su agrupación Zayda y los culpables, intérpretes de temas como De contrabando y Tiro de gracia.
Pero en noviembre de 2007 la cantante de cumbias románticas fue atacada junto con otras personas al interior de un hotel en Tamaulipas, resultando en la muerte de Ana Berta González, amiga de Zayda, y Leonardo Sánchez, empleado del lugar.
La cantante que entonces tenía 26 años resultó con un impacto de bala que entró por la espalda y salió por la barbilla, por lo que pudo recibir atención médica en el cuarto del hotel y luego ser trasladada al hospital Alfredo Pumarejo de Matamoros.
Para la madrugada del primero de diciembre un hombre ingresó al cuarto de hospital y remató a la cantante al dispararle en varias ocasiones mientras se encontraba en recuperación tras haberse realizado una cirugía. Ante la mirada aterrada de enfermeras y doctores que ahí se encontraban, el tirador anónimo salió del hospital y no se supo nada más.
Para ayudar en las investigaciones, la madre de la cantante presentó la teoría que involucra al Cartel del Golfo ya que ella, en su trabajo dentro del Ministerio Público, había mandado a la cárcel a numerosos miembros del grupo delictivo, por lo que el ataque a su hija sería una venganza contra ella.
“Pero te vas a arrepentir” de cantar en Michoacán: el asesinato de Sergio Gómez
En 2007, Sergio Gómez, vocalista de la banda de duranguense K-Paz de la Sierra, viejaba en automóvil luego de haber dado un concierto en el Estadio Morelos, de Michoacán. Durante la noche, el artista y sus colegas fueron interceptados por un grupo de sicarios.
Gómez fue raptado, sus compañeros liberados, y al paso de los días el cuerpo del cantante de Mi credo fue encontrado con signos de tortura, el rostro quemado y con señales de estrangulamiento. Las investigaciones revelaron que células del crimen le habían advertido al cantante michoacano que no se presentara en la ciudad de Morelia.
Estas versiones vinculan su muerte al grupo criminal La familia michoacana, pues de acuerdo con personas cercanas a Gómez, él habría sido amenazado por Nazario Moreno González, alias “El Chayo”, por haber brindado un concierto a Los Zetas, el grupo rival.
Tanto Sergio Gómez como Valentín Elizalde, ambos asesinados con pocos meses de diferencia, fueron ovacionados póstumamente en los Premios Grammy.