En el corazón de la alcaldía Iztacalco, el Autódromo Hermanos Rodríguez se convirtió en el epicentro de la música regional mexicana y los corridos tumbados durante el primer día del Festival Arre HSBC. Alrededor de 70 mil almas se congregaron en una maratónica fiesta de 12 horas, reafirmando el lugar inmutable que la música mexicana tiene en el corazón de su gente.
Desde las primeras horas de la tarde, con el sol brillando intensamente sobre la capital, las puertas del emblemático recinto recibieron a miles de fanáticos. La organización del evento, meticulosa en cada detalle, presentó tres escenarios distribuidos estratégicamente: “La Hacienda” como principal, y los escenarios alternos “Tecate Original” y “Little Caesars”. Una pista de baile inspirada en el histórico salón California Dancing Club de la colonia Portales añadió una dosis de nostalgia y tradición al evento.
La ambientación del festival fue un viaje en sí misma. Se crearon escenografías que transportaban a los asistentes desde pintorescos quioscos de pueblos mágicos hasta paisajes adornados con nopaleras iluminadas en vibrantes luces neón. Esta estampa cultural fue complementada por el público, que lucía orgullosamente sombreros rancheros, botas vaqueras y camisas de cuadros. Los outfits estuvieron a tono.
Vivir Quintana tocó las fibras más sensibles con “Canción Sin Miedo”, una pieza que ha resonado en cada rincón del país como un himno feminista. Sandra Echeverría demostró su poderío vocal, mientras que Chiquis Rivera, manteniendo vivo el legado de su madre, Jenni Rivera, levantó pasiones con su característico repertorio. “Les deseo abundancia, cariño y mucho mucho… ¡sexo!”, dijo la Abeja Reina a su público después de brindar con tequila arriba del escenario.
Alicia Villarreal, con su vasta experiencia también se consolidó como uno de los momentos más recordados del festival. Y grandes de la música como La Arrolladora Banda El Limón y Caballo Dorado, crearon momentos memorables. Los primeros con su asombrosa convivencia con el público abajo del escenario, y lo segundos con la organización mítica de un “Payaso de Rodeo” masivo en el escenario “Little Caesars”.
Los corridos tumbados reafirman su poderío
Gabito Ballesteros se presentó en el escenario principal como un preámbulo a lo mejor de la noche. Desde Sonora, el cantante de 24 años de edad encendió la noche con éxitos como “El Tsurito”, “Vamos Para Arriba” y “Lady Gaga”, canción en donde comparte créditos con Peso Pluma. Aunque éste último no se presentó con él.
Pero la noche reservaba su acto más esperado y controvertido para el final. Natanael Cano, el joven prodigio sonorense, emergió como la luz al final del camino en festival. Su presentación, sin embargo, fue inusual: dos guardaespaldas vigilaban cada uno de sus pasos, y un paramédico se mantuvo cerca, proporcionándole oxígeno en varios momentos.
Llamó la atención que gran parte de los intérpretes de corridos tumbados no se movían solos por el escenario. Ya que agentes de seguridad siempre iban tras sus pasos, así el artista subiera, bajara, o corriera de un lado a otro. La presentación de Ballesteros fue otro ejemplo de ello.
Uno de los momentos más comentados de la presentación de Natanael Cano fue la presencia de un tanque de oxígeno, del cual el cantante hacía uso entre canciones. Como el mismo artista explicó, la altitud de la Ciudad de México afecta su capacidad pulmonar durante las presentaciones. Pero lejos de disminuir su energía, esta adversidad pareció encender aún más su pasión.
Cano no dudó en desafiar las recomendaciones médicas. Su audaz declaración al público: “Me dijeron ‘Nata no brinques, no corras porque te vas a cansar’, pero me vale verg* vamos a cantar unos corridos tumbados bien jalados”, encendió aún más los ánimos de sus fanáticos.
El show de Natanael Cano fue un caleidoscopio de emociones y escenografías. Bailarines recrearon desde enfrentamientos armados hasta asaltos en pleno escenario. A pesar de la energía desbordante de sus números, su repertorio fue una combinación perfecta entre el amor y la fiesta. “Pacas de billetes”, “El de la codeína”, “Mi nuevo yo” y “El drip” pusieron a todos a bailar, mientras que baladas como “Amor tumbado” demostraron su versatilidad como artista.
Pero la noche estuvo lejos de ser solo sobre Nata; Óscar Maydon, Fuerza Regida y Gabito Ballesteros se unieron a él en el escenario, creando momentos memorables. Especialmente éste último con quien interpretó de nueva cuenta “Lady Gaga” y el himno de los corridos tumbados “AMG”. Ambas canciones que el par interpreta con Peso Pluma. ¿Repetirán la hazaña el domingo?
El joven artista sonorense no solo cantó, sino que también interactuó con su público de manera cercana, llegando incluso a bajar del escenario para compartir algunos versos con un afortunado fan. Estos gestos solidificaron su conexión con el público, quienes respondieron con un amor inquebrantable. Varios de ellos incluso saltaron las cercas de seguridad para poder estar cerca del “Nata”.
El repertorio del artista demostró la diversidad del género, atrayendo a público de todas las edades, desde los más jóvenes hasta los más adultos, quienes aunque con menos euforia, se sumergieron en el frenesí de los corridos tumbados.
La expectación ahora recae en la jornada del domingo 10 de septiembre, con figuras como Peso Pluma, Edén Muñoz y Yahritza y su esencia esperadas en el escenario. Además, se anticipan presentaciones de grandes como Ramón Ayala y La Sonora Dinamita.
Mientras la primera jornada del Festival Arre HSBC llega a su fin, se vuelve evidente que este evento ha logrado fusionar la tradición musical mexicana con las propuestas más vanguardistas del momento. Con la promesa de un segundo día lleno de sorpresas, el festival se erige como una tradición emergente en el vasto paisaje conciertero de México.