Ganó Claudia Sheinbaum el proceso interno de Morena, sin embargo, su nombramiento como abanderada de vio opacado por acusaciones de Marcelo Ebrard sobre inconsistencias en el conteo de las urnas. Denise Dresser aseguró que fue el proceso se trató de un dedazo, tal como ocurrió en el viejo PRI.
La politóloga explicó que el dedazo comenzó hace dos años cuando el presidente López Obrador le levantó cuando Sheinbaum aún era la jefa de Gobierno de la Ciudad de México (CDMX). A pesar de que no estaba en ninguna contienda esto marcó una preferencia hacía la morenista, quien tenía ventaja sobre el resto de los participantes.
”Este fue un dedazo ¿Alguien en esta mesa o alguien allá afuera piensa que el gran elector no fue el presidente? (...) desde hace dos años el presidente ya le había levantado la mano”, explicó Denise Dresser durante un mesa de análisis en Latinus.
Dijo que todo el proceso se trató de una escenografía que permitió se cumpliera el dedazo del presidente Andrés Manuel López Obrador, tanto “las encuestas y demás” le recordaron a como actuaba el antiguo PRI, que presidentes inclinaban la balanza a favor de uno de sus favoritos para que quedara electo.
“A mi me recordó a la pasarela de Miguel de la Madrid, cuando puso a los candidatos del PRI disque a competir entre las bases del partido, ya sabiendo que el designado por el dedazo iba a ser Carlos Salinas”, opinó.
Al respecto, Denise Dresser comparó los procesos y resultados de los ambos bloques que más figuran para las elecciones del 2024, el Frente Amplio por México y Morena. En un primer comentario dijo que el FAM resultó manchado porque Beatriz Paredes aceptó su derrota ante Xóchitl Gálvez abriendo el paso a la panista, pero no es igualable al “dedazo”.
“El Frente Amplio sale, creo, manchado, por haber adelantado el proceso, es una mancha mucho más pequeñas, que la manchota del dedazo, e incluso Marcelo Ebrard lo dice: ‘se parecen cada vez más al viejo PRI’”, concluyó.