En una medida histórica, México ha ampliado sus protecciones laborales para abordar el estrés y la depresión como enfermedades laborales, lo que permite a los trabajadores solicitar incapacidad y recibir apoyo cuando se ven afectados por estas condiciones. Según datos recientes, el 75 por ciento de los mexicanos padece fatiga por estrés laboral, superando a países como China y Estados Unidos.
El estrés y la depresión son problemas cada vez más comunes en el entorno laboral, y México no es una excepción. La creciente presión en el trabajo y las demandas constantes pueden provocar la saturación física y mental de los trabajadores, generando diversas consecuencias que afectan tanto a la salud como a la vida personal de las personas.
En una decisión trascendental, la Cámara de Diputados de México aprobó por unanimidad una reforma que amplía el catálogo de enfermedades laborales de 161 a 194 padecimientos reconocidos. Esta reforma, que está en proceso de revisión en el Senado, permitirá a los trabajadores solicitar incapacidad pagada, ya sea temporal, parcial o permanente, así como indemnizaciones en caso de padecer estrés, depresión u otras condiciones relacionadas con el trabajo.
Causas y síntomas
El estrés y la depresión en el entorno laboral pueden ser causados por una variedad de factores, como una carga de trabajo excesiva, problemas financieros, violencia en el trabajo, tráfico vehicular y conflictos familiares. Los síntomas pueden incluir ansiedad, irritabilidad, disminución de la productividad, dificultades de concentración, dolores físicos y problemas de sueño, entre otros.
El estrés laboral y la depresión pueden tener consecuencias graves a largo plazo, incluida una reducción en la productividad, problemas de salud mental, trastornos de depresión y ansiedad, conflictos familiares y riesgos de adicciones.
Para combatir estos problemas, es fundamental que las empresas implementen políticas y programas que promuevan un ambiente de trabajo saludable y reduzcan el estrés. Además, los trabajadores deben buscar apoyo y recursos para lidiar con estas condiciones, como el asesoramiento y la búsqueda de un equilibrio entre el trabajo y la vida personal.
Revisión y actualización continua
La reforma no solo amplía la protección para los trabajadores, sino que también establece que la tabla de enfermedades laborales debe ser revisada al menos cada cinco años o cuando existan estudios e investigaciones que lo justifiquen. Esto asegura un seguimiento y una actualización constantes para abordar las cambiantes condiciones laborales en el país.
México está dando un paso significativo para abordar el estrés y la depresión como enfermedades laborales, brindando a los trabajadores la posibilidad de solicitar incapacidad y recibir el apoyo necesario. Esta medida busca mejorar la calidad de vida de los empleados y promover un ambiente de trabajo más saludable en el país.