Joven se sube al último vagón del Metro de la CDMX y vive incómodo momento: “Creí que era mi imaginación” | VIDEO

Para quienes no viven en la Ciudad de México, deben saber que entre los capitalinos existe un mito en donde se dice que no se debe subir a los últimos vagones del Metro, debido a que ese lugar lo utilizan los usuarios para tener encuentros íntimos con personas desconocidas.

Aunque esto ha sido un rumor que ha permanecido a lo largo de los años, varias han sido las historias que confirmarían esta situación. Y, recientemente, un joven identificado como Soy Prior (@soyprior) en TikTok contó que algo incómodo le habría sucedido.

Prior narró en un video que él estaba al tanto de las especulaciones sobre los últimos vagones del metro, por lo que durante casi toda su vida decidió no irse en ellos. Sin embargo, debido a que esta forma de transporte suele ir muy llena de gente, un día decidió ir hasta el fondo del andén, porque en esa parte suele ir todo más vacío.

En primera instancia, el joven no notó nada extraño, ya que consiguió viajar de esta forma un par de semanas y sin contratiempos. Pero todo cambió un día.

“Ayer fui como siempre al metro, estaba lleno, también estaba lleno el último vagón. Me metí y para los que no viajan en metro, estaba tan lleno que no me tenía ni que agarrar del tubo. Estaba tan lleno que sin querer le estaba arrimando el camotito al güey de enfrente. Es bien incómodo, entonces solo escuchaba sonidos raros del de atrás”, comenzó a narrar.

Según la historia de Prior, en primera instancia creyó que los ruidos del sujeto eran de molestia debido al poco espacio que había, pero luego comenzó a percatarse de que algo raro sucedía en el vagón.

“Volteo a verlo era un vato enorme y gordito, afortunadamente me cambio de lugar. Me recargo en la puerta y veo que unos vatos se andan atascando. Todos como sardinas y esos como en un hotel. En eso escucho al gordito y lo veo con otro vato, pero en eso veo que los dos mueven sus manos como si estuvieran rascando algo. Dije, creo que esos suspiros no son de enojo, no se conocían, yo vi”, destacó.

El usuario pensó que tal vez él estaba exagerando y que todo era producto de su imaginación, pero poco a poco las cosas empezaron a subir de nivel.

“Dije: ‘Me estoy alucinando, en eso siento como una mano va bajando por mi pecho, el vato se aleja y saca el teléfono de su bolsa. Pienso: ‘¿Estaba a punto de hacer lo que creo o sí iba a sacar su celular?’ me estoy paniqueando, cuando pensaba que todo era mi imaginación, veo al gordito y al otro atascándose y dije: ‘Estoy en una horchata, todos se la estaban arrimando’”, narró.

Finalmente, Prior habría descendido del vagón a su primera oportunidad con intenciones de nunca volverse a subir en esa parte del metro: “Total que se abre la puerta y salgo corriendo, yo quería sentarme, pero no en una riat*”.