A lo largo de la historia del arte mexicana, han existido diferencias entre artistas ya sea por fama o por su ideología a la hora de pintar. Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros fueron una de esas duplas que dieron de qué hablar por las fuertes peleas que tuvieron al no estar de acuerdo con su postura política.
Se desconoce con exactitud cuándo comenzaron las rencillas entre Rivera y Siqueiros, pero fue algo que se fue nutriendo hasta el día en que protagonizaron su gran pelea mediática.
La filosofía de cada uno sobre lo que debían hacer en el arte era contraria; mientras que David estaba decidido a que todo fuera política, Diego pensaba que no necesariamente debían de poner sus ideologías en todas partes.
Poco a poco, los pensamientos que tenía Siqueiros sobre el arte de Rivera fue empeorando, hasta el punto en que se decidió a hablar mal de él en la revista New Masses en 1934.
El artículo lleva por nombre El camino contrarrevolucionario de Rivera y en él, el chihuahuense lo critica por su reflexión sobre la Revolución Mexicana, tema preferido de los dos.
Lo llamó “oportunista”, “snob”, “turista mental” y otros adjetivos que dejaron mal la imagen del artista ante el público de New Masses y, posteriormente, a nivel mundial.
En palabras de David podemos leer cosas como: “El snob, el turista mental, el oportunista actuante no pudo ser innovador técnico (...) Nunca ha tenido capacidad inventiva en técnica revolucionaria”.
Por varios párrafos, Siqueiros repitió que aunque sí consideraba a Diego Rivera como el exponente más importante del muralismo mexicano, la forma en que había plasmado la Revolución Mexicana no expresaba, además de que no estaba de acuerdo en la forma en que su colega se movía en la esfera política.
También lo acusó en varias ocasiones a lo largo de su texto de utilizar el arte únicamente para ganar dinero, pero hacerse ver como una persona que defendía a su pueblo.
Aunado a esto, tenían ideologías políticas que no congeniaban; mientras que Diego Rivera fue amigo de León Trostky -a quien David intentó asesinar-, Alfaro Siqueiros admiraba a Stalin.
Entre Diego y David hubo varias pláticas en privado porque, a fin de cuentas, en varias ocasiones tuvieron que trabajar juntos, también estudiaron y viajaron por Europa unidos. A lo largo de sus pláticas, según plasmó el autor del Polyforum Cultural, se dieron cuenta de cuánto no se parecía su forma de pensar.
Diego Rivera, para comer con Siqueiros, aseguró que lo quisieron envenenar
Cuando Diego Rivera y David Alfaro Siqueiros salieron de la Unión Soviética, abordaron un barco en el que compartieron camarote. Ahí tuvieron largas pláticas que los llevaron a pelear, según el mismo David, ahí fue donde iniciaron sus verdaderos enfrentamientos por temas políticos.
En una ocasión, una de sus discusiones fue pública, se gritaron groserías y la gente los vio mal, lo que causó que el esposo de Frida Kahlo no quisiera volver a dirigirle la palabra a su colega.
Siqueiros aparentaba que no le importaba esta situación, pero en su libro Me llamaban Coronelazo, confesó que esto lo hacía sentir una “terrible soledad”; no obstante, estaba tan decidido a no hablarle a Diego, que pidió al capitán del barco que lo cambiaran de mesa a la hora de la comida.
Luego de unos días, mientras comían, Rivera se levantó de su mesa asustado, aseguró que lo quisieron envenenar por ser comunista. Su grito de ayuda llamó la atención de David porque antes de dirigirse a cualquier otra persona, le habló a él.
Según el chihuahuense, esa fue la forma que su colega encontró para llamar su atención y que le volviera a hablar. A su reconciliación, Siqueiros la llamó su “luna de miel”. Cabe recordar que a pesar de los episodios de amistad que tuvieron, siempre los sobrepasó su discordia por ideología política.