Fuerza Regida reacciona al ataque armado en su contra y lamenta muerte de un elemento de seguridad: “Se le extrañará”

Una camioneta del grupo Fuerza Regida sufrió un ataque armado el pasado 29 de agosto, mientras transitaba la autopista Puebla-Orizaba. Del atentado resultó una persona fallecida y, tras mantenerse en silencio por varias horas, finalmente la banda reaccionó a los sucesos.

Los primeros reportes indicaban que una Suburban blanca modelo 2007 fue balaceada mientras descendía las Cumbres de Maltrata en Veracruz.

La Fiscalía General del Estado (FGE) confirmó los hechos y apuntó que se había iniciado la carpeta de investigación correspondiente. También recalcó en el vehículo iba el staff de seguridad de la banda y lamentablemente una persona identificada como Jorge “N” murió tras recibir asistencia médica en el Hospital Regional de Río Blanco.

Asimismo, se aseguró que otras cinco personas que estaban en la camioneta están sanas y salvas, por lo que acudieron a las instancias legales correspondientes para realizar su denuncia.

A través de su cuenta oficial de Instagram, Fuerza Regida lanzó un comunicado para lamentar la muerte del integrante de seguridad.

“Queremos mandar nuestras más sinceras condolencias para la familia de nuestra seguridad de México, el señor Morales. Gracias por todo lo que hizo por el equipo. Se le extrañará”, colocaron.

De igual manera, el músico, Jesús Ortiz Paz, compartió una antigua fotografía junto a la víctima mortal y añadió: “Descanse en paz”.

Usuarios en redes sociales lamentaron los sucesos y enviaron su pésame a la familia del guardia de seguridad.

Cabe recordar que Fuerza Regida es una banda de música norteña y corridos originaria de Monterrey, México.

Está compuesta por varios miembros, incluyendo vocalistas e instrumentistas. Su música se centra en el género de corridos, que es popular en muchas partes de México y en las comunidades mexicanas en los Estados Unidos. Han estado envueltos en varias controversias, pues en algunas de sus canciones hacen referencia a la vida que llevan ciertos miembros del crimen organizado.