El nombre de Beatriz Paredes Rangel ha vuelto a las primeras planas de la prensa nacional desde que anunció a finales del 2022 que buscaría la candidatura a la Presidencia de la República con el Partido Revolucionario Institucional (PRI), acción que refrendó al registrarse en el proceso del Frente Amplio por México y siendo una de los dos militantes del mismo que pasó a las rondas finales.
De manera sorpresiva para una parte de la ciudadanía la priista se volvió en una de las dos finalistas del método para seleccionar a la representan nacional de la oposición rumbo al proceso electoral del 2024, situación que fue criticada por algunos otros al considerar que el tricolor supuestamente podría movilizar toda su estructura para que su representante obtuviera la victoria ante la senadora del Partido Acción Nacional (PAN), Xóchitl Gálvez.
No obstante, en las últimas horas las controversias al interior del partido fundado en 1929 han aumentado debido a que el actual presidente nacional, Alejandro Alito Moreno Cárdenas, adelantó que su compañera de partido no está siendo favorecida en las encuestas por lo que el tricolor analizaría el apoyo que brindará de cara a la votación de la oposición el domingo 3 de septiembre.
Momentos después, Paredes Rangel respondió a las declaraciones del también diputado federal y adelantó que tomará una decisión sobre declinar cuando conozca los resultados del censo de opinión pública que realizó el Comité Organizador del Frente Amplio por México.
En medio de dicha polémica, tan sólo un día después, ambos políticos negaron que exista una ruptura al interior del PRI y también confiaron en que ambas partes tomen las decisiones correctas por el bien del tricolor rumbo a los comicios del 2024.
Beatriz Paredes, una de las mujeres líderes del PRI tras perder la presidencia
Todo el contexto ahora parece adverso para la senadora con sus aspiraciones presidenciales, pese a que a inicios de los años 2000 fue una de las piezas fundamentales del tricolor para lograr recuperar espacio que había perdido el PRI tras perder la presidencia dos procesos seguidos, poder que se profundizó tras los comicios del 2006 y el tercer lugar de Roberto Madrazo.
La historia priista de la tlaxcalteca inicia desde sus primeros años de vida, debido a que su padre, Higinio Paredes Ramos, fue un militar y un senador por su entidad; no obstante, ella es miembra activa del partido desde 1973 cuando se unió a dos organizaciones juveniles de la Confederación Nacional Campesina (CNC), uno de los organismos centrales del partido desde su fundación.
A la par de estudiar Sociología en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la actual legisladora participó continuamente en las actividades partidistas en el tricolor de Tlaxcala, fue en 1974 que ganó su primera elección y se convirtió en diputada local, tan sólo tres años más tarde se convirtió por primera vez en legisladora federal.
Fue su salto a la política federal lo que puso en el ojo público a la joven tlaxcalteca, la cual tras una década de militancia priista fue designada como subsecretaria de Estado durante el sexenio de Miguel de la Madrid, previo a esto ya comenzó a tener puestos en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del Revolucionario Institucional.
En las elecciones de 1987 logró convertirse en la primera mujer en gobernar Tlaxcala y ser la segunda de su género en encabezar la administración de una entidad federativa, por lo que se volvió un ícono de las mujeres priistas al lograr alcanzar objetivos que por años no fueron permitidos por los acuerdos de las cúpulas conformadas por hombres.
Crítica que revivió durante los debates del Frente Amplio por México cuando refirió sobre “lo jodidas” que estarían tanto ella como su rival, Gálvez Ruiz, en aceptar acuerdos pactados por hombres.
No obstante, no concluyó su periodo debido a que pidió licencia al Congreso de Tlaxcala en 1992 para asumir la Secretaría General del partido, en la cual se mantuvo durante la presidencia de Genaro Borrego Estrada y Rafael Rodríguez Barrera.
Un año más tarde deja al partido y es designada por el entonces presidente, Carlos Salinas de Gortari, como embajadora de México en Cuba. En 1994 vuelve a México para ser subsecretaria de Gobierno de la Secretaría de Gobernación (Segob).
Ya en el gobierno de Ernesto Zedillo Ponce de León fue nombrada como secretaria general del Comité Nacional de la CNC, sitio en el que permaneció hasta 1988, debido a que en 1997 fue elegida, por la vía plurinominal, para el Senado de la República, cámara que presidió en 1988.
El papel de Beatriz tras la pérdida de la presidencia
La crisis del PRI tras la pérdida de la Presidencia de la República obligó a que muchas rutinas del partido cambiaran, una de ellas fue la elección de la presidencia y secretaría general del tricolor, aunque Paredes intentó ser presidenta en aquel año, perdió los primeros comicios organizados para la militancia.
Sin embargo, en el aquel año volvió a ser electa como diputada federal plurinominal, momento que es recordado por muchos como heróico, debido a que logró ser presidenta de la Mesa Directiva, así como de la Junta de Coordinación Política (Jucopo) y coordinadora del PRI, lo que muchos aplaudieron porque supo volver al tricolor un partido de oposición, rasgos que no conocían.
Conviene recordar que la política tlaxcalteca también intentó ser jefa de Gobierno de la Ciudad de México en el proceso electoral del año 2000; sin embargo, fue vencida por Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Su momento de mayor relevancia, hasta ese tiempo, se dio en 2007 cuando logró convertirse en la presidenta del PRI en medio de un panorama confuso, debido a que el instituto político había perdido por segunda vez la titularidad del Ejecutivo Federal.
Su papel en el partido fue fundamental, incluso para cambiar la ideología del partido al asumir a la socialdemocracia, tras años de asumirse como un partido nacionalista con tintes socialistas, tanto así que continúan afiliados a la Internacional Socialista.
Muchos aseguran que fue su trabajo en el PRI lo que permitió que en 2012, tan solo un año después de que concluyó su periodo, recuperaran la presidencia; no obstante, también lograron recuperar las mayorías en el Congreso de la Unión, así como algunas gubernaturas, por lo que también es considerada como una de las mejores presidentas del partido en los últimos años.
Al llegar Enrique Peña Nieto al poder, Beatriz Paredes se convirtió en la embajadora de México en Brasil, cargo que ostentó hasta 2016. Dos años más se convirtió en senadora, cargo en el que sigue hasta la fecha.
Como se pudo ver, la trayectoria de la tlaxcalteca no se entiende sin el PRI, por lo que un posible espaldarazo de su partido a otra candidata para el 2024, previo a que se den a conocer los resultados oficiales de la encuesta y la votación, podría ser considerado una traición a una de las mujeres que se mantuvo en el partido las tres veces que perdieron la presidencia.