La historia de Sabritas es la de una marca que comenzó como una pequeña operación de producción de papas fritas por parte de Pedro Marcos Noriega y su esposa en la Ciudad de México.
El matrimonio creó Botanas Selectas, una empresa casera de botanas que repartían sus productos a bordo de una bicicleta por las calles de la capital. Entre los productos que se hacían y vendían eran chicharrones, papas fritas, muéganos y cacahuates que se daban en bolsas de plástico.
Nacimiento del nombre
Sabritas fue fundada en 1966 y se convirtió en un ícono de la cultura y la gastronomía mexicana, el nombre de la marca nace a partir de unir las palabras “sabrosas” y “fritas”.
Un año después de su fundación, en 1967, Sabritas fue adquirida por Pepsico, una de las compañías de alimentos y bebidas más grandes del mundo. Esta adquisición permitió a Sabritas acceder a recursos y tecnología de producción más avanzada, lo que contribuyó al crecimiento de la marca.
Su adquisición por Pepsico permitió un crecimiento acelerado y una diversificación de productos, y su enfoque en la innovación y la mercadotecnia la han mantenido relevante en el mercado a lo largo de los años.
Después de la fusión de ambas empresas, Guillermo Noriega hijo, se quedó como el director ejecutivo de la empresa y se inició el reparto de los productos a través de pequeños camiones.
Nacimiento de la planta Vallejo
En 1968, se inauguró su primera planta de producción como parte de la nueva era de la empresa. Las nuevas instalaciones, ubicada en lo que hoy es la zona industrial Vallejo y desde entonces es una de las plantas más grandes de la compañía.
A lo largo de los años, Sabritas se expandió rápidamente en México y diversificó su línea de productos, introduciendo una variedad de botanas y aperitivos, como frituras, cacahuates, churritos y más. La marca se convirtió en sinónimo de aperitivos deliciosos y se ganó un lugar especial en la cultura mexicana.
El crecimiento de la empresa no paró, ya que en 1984 crearon Sonrics, dulces que fueron muy característicos en dicha década, además lanzaron los Cheetos, Ruffles, Fritos y Doritos. En 2005 apareció la línea Flaming Hot, primero en Cheetos y en 2009 se implementó en Doritos, Ruffles y Sabritas clásicas.
Sabritas no sólo se convirtió en una marca popular, sino que también tuvo un impacto cultural significativo en México. Sus productos se asociaron con celebraciones, eventos deportivos y momentos de relajación, convirtiéndolos en elementos indispensables en las reuniones sociales y familiares.