¿Cuál es el olor o aroma que atrae a los mosquitos?

Investigadores encuentran que un virus modifican el olor de los individuos y aumenta su atractivo para estos insectos

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Investigadores encuentran que un virus
Investigadores encuentran que un virus modifican el olor de los individuos y aumenta su atractivo para estos insectos (EFE/Gustavo Amador)

La relación entre los mosquitos y sus preferencias de picadura ha sido un misterio científico durante mucho tiempo, y ahora, un grupo de investigadores ha descubierto una conexión intrigante entre ciertos virus y el olor corporal que atrae a estos insectos. Este hallazgo podría tener implicaciones significativas en la lucha contra enfermedades transmitidas por estos animalitos.

La importancia de entender lo que hace que ciertas personas sean más propensas a las picaduras de mosquitos es evidente, ya que estos insectos son portadores de agentes infecciosos, como virus y parásitos, que causan enfermedades graves en los seres humanos, incluyendo la malaria, la fiebre amarilla y el dengue, entre otras.

¿Qué descubrió la ciencia?

Hasta ahora, se habían identificado factores como la temperatura corporal, la emisión de dióxido de carbono al exhalar e incluso el grupo sanguíneo como determinantes en la predisposición de una persona a ser atacada por mosquitos. Sin embargo, un nuevo estudio publicado en la revista Cell reveló que el olor corporal también juega un papel fundamental en esta atracción.

Los investigadores llevaron a cabo un experimento en el que infectaron a ratones con los virus del dengue y el zika, para luego evaluar cómo estos virus alteraban el olor corporal de los roedores. Descubrieron que los ratones infectados liberaban un compuesto volátil llamado acetofenona en cantidades significativamente mayores que los ratones sanos.

La relación entre los mosquitos
La relación entre los mosquitos y sus preferencias de picadura ha sido un misterio científico durante mucho tiempo, y ahora, un grupo de investigadores ha descubierto una conexión intrigante entre ciertos virus y el olor corporal que atrae a estos insectos. (Foto: Shutterstock)

Este compuesto, la acetofenona, resultó ser clave en la atracción de mosquitos. Cuando se aplicó a ratones sanos y a manos de voluntarios humanos, los mosquitos mostraron una preferencia significativa por estos sujetos. Además, se encontró que los ratones infectados producían 10 veces más acetofenona que los ratones sanos, y lo mismo se observó en los humanos infectados con los virus.

El estudio también reveló el mecanismo detrás de esta conexión entre los virus y el aumento de acetofenona. Se determinó que los virus alteran el microbioma de la piel de los individuos, reduciendo los niveles de una proteína llamada RELMα, que normalmente controla la población de bacterias productoras de acetofenona.

¿Qué es la RELMα?

La supresión de RELMα lleva a un aumento en la producción de acetofenona, lo que hace que las personas sean más atractivas para los mosquitos. Esta proteína también conocida como Resistin-like molecule alpha (Molécula similar a resistina alfa), que desempeña un papel en la regulación del metabolismo y la inflamación en el cuerpo.

Aunque el hallazgo puede parecer desalentador, los investigadores también descubrieron un rayo de esperanza. Suministrar vitamina A a los ratones infectados aumentó la producción de RELMα, reduciendo la cantidad de acetofenona y disminuyendo su atractivo para los mosquitos.

Se identificaron factores como la
Se identificaron factores como la temperatura corporal, la emisión de dióxido de carbono al exhalar e incluso el grupo sanguíneo como determinantes en la predisposición de una persona a ser atacada por mosquitos. (JOHN EISELE/COLORADO STATE UNIVERSITY PHOTOGRAPHY)

Este descubrimiento podría abrir nuevas vías de investigación en la búsqueda de estrategias para reducir la transmisión de enfermedades transmitidas por mosquitos en humanos. Este estudio ofrece una visión fascinante de cómo ciertos virus pueden manipular el olor corporal de los individuos para aumentar su atractivo para los mosquitos y, por lo tanto, facilitar la propagación de enfermedades.

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