Uno de los temas que más han causado indignación social en todo México, es el caso de los cinco jóvenes que presuntamente habrían sido desaparecidos por un grupo delincuencial, y posteriormente, obligados a pelear entre ellos hasta la muerte. El hecho pasó en Lagos de Moreno, Jalisco, y ha encendido los focos rojos de la violencia extrema en todo el país.
Además, varios periodistas y comentaristas han retomado el caso, para tratar de explicar lo que sucedió con los cinco jóvenes. Uno de los líderes de opinión que retomó el caso es Raymundo Riva Palacio, quien en su columna Estrictamente personal, titulada ¿Qué pasó en Lagos de Moreno?, publicada este viernes, habla sobre el tema.
En su texto, el columnista califica el tema como un caso “empapado en el misterio”. Y es que, señala, aunque hay varias hipótesis, aún no se llega a una conclusión. Recordó que un video que circula en redes sociales, y que es clave para conocer lo que sucedió con los jóvenes, primero fue cuestionado en su veracidad por la fiscalía de Jalisco, pero después lo incorporó a la carpeta de investigación, “preumiéndose su veracidad”.
Compara el video mencionado, en el que se ve que, presuntamente, uno de los jóvenes desaparecidos golpea en repetidas ocasiones con una roca a uno de sus amigos, en la cabeza, para después degollarlo, con los videos que realizaban Los Zetas, sin embargo, menciona que el video de los jóvenes de Lagos de Moreno, “rompe completamente con los que producía esa organización”. Señala que los Zetas mostraban a sus víctimas torturadas o mutiladas, y en ocasiones mostraban, frente a la cámara, el momento en el que los degollaban.
Explica que dicho video, con el que trabajan las autoridades, no apunta a que se trate de un ajuste de cuentas entre criminales o una equivocación. Explica que, Lagos de Moreno, el lugar en el que pasaron los hechos, si bien está asediada por el Cártel de Sinaloa/Pacífico en la frontera con Zacatecas y Aguascalientes, se mantiene bajo el control total del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
El columniasta explica que las autoridades estiman en su hipótesis de los hechos, que la privación de la libertad de los jóvenes fue hecha por directamente por instrucciones de algún jefe del cártel de la zona, y explica que la presunción es sobre Gonzalo Mendoza Gaytán, alias El Sapo, quien es jefe regional en la costa norte, la Sierra Madre Occidental y en la región Valles, pero no necesariamente como una acción orgánica de la banda criminal.
También, toma en cuenta que en el video que corre se ve a una persona vestida de negro que graba cuando el joven que golpea y degolla a uno de sus amigos. Señala que esa escena no tiene nada que ver con los materiales clásicos que videograban los criminales, sino con un propósito muy distinto. “¿Cuál sería si no hay elementos objetivos para concluir que se trató de un conflicto entre organizaciones delincuenciales? Es lo que falta por determinarse, así como la información para saber si esa persona vestida de civil, con ropa casual, sólo grababa o estaba transmitiendo las imágenes en vivo hacia alguna dirección”.
Riva Palacio recuerda en su texto que Enrique Alfaro, gobernador de Jalisco, admitió públicamente que el crimen organizado quiere desestabilizar al estado con ataques “irracionales, violentos y directos” que exigen una reacción del Estado mexicano.
Concluye su columna señalando que lo ocurrido en Lagos de Moreno ha dejado expuesto a Alfaro, al haber tomado una tracción nacional que no habían tenido casos similares anteriores. “Se le empiezan a cobrar facturas a su negligencia por no atajar y atender la inseguridad, que obliga a su fiscalía a resolver este crimen de manera certera y expedita. Hacerlo no borrará la incompetencia de Alfaro en este campo, pero lo ayudará a que no comience su caída en picada”, concluye.