En el constante interactuar con el entorno, los sentidos corporales juegan un papel crucial. El cerebro se convierte en un centro de actividad neuronal al recibir y procesar información de los sentidos, transformando así la experiencia en un conjunto significativo.
Aunque todos los sentidos son valiosos, el sentido de la vista sobresale, ya que hasta un 80 por ciento de las impresiones y estímulos llegan a través de esta ventana al mundo exterior. Sin embargo, la falta de una buena visión puede impactar significativamente la calidad de vida, por lo que cuidar y prevenir problemas visuales se vuelve esencial.
Alimentación y vitaminas clave
Una forma efectiva de prevenir problemas visuales es mantener una alimentación saludable rica en vitaminas esenciales, como la A, C y E.
Especificamente la vitamina A ha demostrado en estudios que su consumo adecuado puede prevenir la aparición de cataratas, glaucoma y degeneración macular relacionada con la edad. Las cataratas -que ocurren cuando el cristalino se nubla- y el glaucoma -grupo de trastornos que afectan el nervio óptico- son enfermedades oculares comunes que pueden causar pérdida de visión.
La Academia Americana de Oftalmología señaló que la deficiencia de vitamina A es la principal causa evitable de ceguera en niños. Entre 250 mil y 500 mil niños padecen ceguera debido a la falta de este nutriente, que se encuentra en una variedad de alimentos, incluyendo carne de ternera, pollo, pavo, pescados, mariscos, leche, mantequilla, queso, huevos y legumbres como alubias, garbanzos, habas y lentejas.
Las fuentes naturales de vitamina A se encuentran en las frutas como el melón, los arándanos, el albaricoque y el mango; en las verduras como la zanahoria, el brócoli, la col y las espinacas. En particular, la zanahoria destaca como una gran aliada de la salud visual debido a su alto contenido de betacarotenos, que ayudan a prevenir cataratas y degeneración macular. Además, la zanahoria contiene rodopsina, que mejora la visibilidad en condiciones de poca luz.
Previniendo la pérdida de visión
La deficiencia de vitamina A puede manifestarse como pérdida de visión y ceguera, comenzando con dificultades para ver en la oscuridad, incluso si la visión es normal con suficiente luz. Sin tratamiento, esta deficiencia puede provocar sequedad en la conjuntiva y úlceras en la córnea, que eventualmente resultan en ceguera.