La desaparición de cinco jóvenes en Lagos de Moreno, Jalisco, revivió los peores fantasmas de una región que en los últimos diez años ha padecido la presencia del narco y sus peores consecuencias.
En un caso muy similar, ocurrido hace casi exactamente diez años, en julio de 2013, seis jóvenes que tenían las mismas edades fueron secuestrados y asesinados en Lagos de Moreno, presuntamente por un grupo armado del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG).
En ese entonces, sin embargo, en Lagos de Moreno el grupo criminal que operaba con más fuerza era el cártel de Los Zetas, quienes en su momento llegaron a ser considerados como una de las organizaciones delictivas más temidas de América Latina y el mundo.
En aquel período en el que los Zetas tenían presencia en Lagos de Moreno, en la región de Los Altos de Jalisco se reportaban entre cuatro y cinco desapariciones al mes.
Una década después volvieron los mismos niveles de violencia, lo único que cambió fueron los actores. Desde hace varios años el Cártel de Sinaloa, a través de células de Ismael “El Mayo Zambada”, que se caracterízan por las siglas “MZ” en sus uniformes tácticos, se hizo con el dominio de gran parte de la región: Tecoaltiche, Villa Hidalgo, Unión de San Antonio, San Juan de los Lagos y Lagos de Moreno.
En respuesta, un grupo del CJNG fue enviado desde Zacatecas a recuperar la zona, donde también operan otros grupos criminales como la Familia Michoacana, el Cártel de Santa Rosa de Lima (CSRL) y remanentes de los Zetas.
En los últimos siete años al menos siete comisarios de la policía han sido rotados en Lagos de Moreno. En los primeros meses de este año, los hijos de una comandante municipal fueron ejecutado en su propia casa media hora después de que la funcionaria había participado en un enfrentamiento armado contra sicarios.
En julio, las hermanas Rosa Olivia, Adriana y Marisela Saucedo desaparecieron sin dejar rastro. Tres meses antes, en abril, un sibdirector de la policía y su escolta fueron asesinados.
La pobladores tampoco son ajenos otros hechos característicos del narco como los bloqueos carreteros, incendios de vehículos, robos y asesinatos; principalmente en la carretera que va de Lagos de Moreno a Encarnación Díaz.
Roberto Olmeda Cuéllar, Diego Lara Santoyo, Uriel Galván, Jaime Miranda y Dante Hernández fueron privados de su libertad el pasado viernes 11 de agosto en la explanada del barrio de San Miguel, en Lagos de Moreno, por varios hombres armados, más de diez según testigos, que habían llegado hasta ahí en dos camionetas blancas.
Los cinco jóvenes se encontraban en ese momento en las gradas de las canchas deportivas, donde las autoridades más tarde encontraron huellas de sangre. Se sabe que iban a reunirse con otra persona, o tal vez dos, pasada la medianoche.
Una de las hipótesis más fuertes es que los jóvenes fueron llevados a una finca ubicada a minutos de distancia, en el barrio de La Orilla del Agua, donde presuntamente se grabó un video complicado de ver y describir.
La grabación comenzó a circular en las redes la noche del lunes, y horas más tarde fue encontrado un segundo vehículo en un tramo de la carretera Encarnación Díaz-Lagos de Moreno. Se estaba incendiando y en su interior había restos humanos. Las placas coincidieron con los reportes de una de las familias.
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