El Centro de Derechos de las Víctimas de “Minerva Bello” (CDHVMB) denunció de nueva cuenta que los habitantes del poblado de Nuevo Poblado “El Caracol”, municipio de General Heliodoro Castillo, Guerrero, sufre de bombardeos con drones por parte de La Familia Michoacana en el territorio que domina la estructura criminal conocida como Los Tlacos.
En entrevista con Infobae México, José Filiberto Velázquez, defensor de derechos humanos y director del Centro Minerva Bello, aseguró que los habitantes se quedaron en medio del conflicto que mantienen estas dos estructuras criminales.
“Nos comentan desde el viernes pasado que han continuado sin una presencia del Ejército”, señaló el defensor de derechos humanos que desde mayo pasado reportó estas agresiones a la población.
En un comunicado emitido el 14 de agosto, el Centro de Derechos de las Víctimas de “Minerva Bello” exhortó a las autoridades de los tres niveles de gobierno tomar las medidas de carácter urgente para detener las agresiones en contra de los habitantes, los cuales refieren que desde el pasado 10 agosto han estado expuestos a tiroteos.
“Les han estado agrediendo con bombas arrojadas mediante drones, incluso refieren que el día de ayer (13 de agosto) fueron cerca 30 bombas las que arrojaron en su comunidad y en lo que va del día (14 de agosto)les han arrojado 3″, informó el Centro de Derechos Humanos.
La organización recordó que a principios de mayo, los pobladores se percataron que había drones sobrevolando su comunidad y en días posteriores les fueron lanzadas seis bombas con ayuda de los “vehículos no tripulados” modificados.
En este sentido, Filiberto Velázquez dijo a Infobae México que pese a tener una reunión con las autoridades de los tres niveles de gobierno en esa ocasión, los ciudadanos comentaron que no hubo ninguna presencia ni apoyo por parte de las autoridades y las cosas siguieron igual: con falta de maestros y con la presencia de La Familia Michoacana que cada vez se acerca más a ese territorio en disputa.
Pese a estas agresiones, el defensor de derechos humanos señaló que no tiene reportes de víctimas, pero los habitantes de la comunidad permanecen refugiados en sus domicilios.
Agregó que el problema “se puede leer como el fortalecimiento de La Familia Michoacana en estos territorios de la Tierra Caliente del estado de Guerrero y que coincide con el cambio de gobierno” de la morenista Evelyn Salgado Pineda, que tomó el cargo desde 2021.
Consideró que estas agresiones son una manera para disuadir a la población de apoyar a Los Tlacos, como en el caso del municipio de Chilpancingo, donde la estructura criminal de Los Ardillos usó a los habitantes para exigir la liberación de otros dos integrantes que fueron detenidos por las autoridades.
“No podemos negar que la base social de estos grupos es el pueblo, que han estado tantos años ahí llenando el vacío del poder o teniendo ellos el poder coludido. Siento que buscan disuadir a la población de apoyar a los grupos que originalmente los han controlado o que han tenido el control de esas regiones con el miedo para poder, de una manera, debilitar esa base social, desplazando o quitar el incentivo de defender o poner el cuerpo por defender al grupo”, apuntó.
En las agresiones de mayo, la organización de derechos humanos reportó que se tenían contabilizadas 600 personas desplazadas de la comunidad Nuevo Poblado “El Caracol”, localidad que sufrió abandono de las autoridades durante la pandemia de Covid-19, luego de que se suspendieran las clases en las escuelas y que su Centro de Salud no contara con personal para brindar atención a la población.
Esto luego de que el personal médico se negara a acudir a brindar el servicio por el temor a ser víctimas de la violencia que se vive en la zona.