Gerente de “Black Royce” acusa que trabajadoras daban drogas a los clientes del bar

El empresario Iñigo Arenas fue localizado sin vida en el establecimiento ubicado en el municipio de Naucalpan, Edomex

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El Club Black Royce se
El Club Black Royce se encuentra bajo custodia de las autoridades y ya le fueron colocados sellos tras la muerte de Iñigo Arenas (Foto: Infobae México)

El gerente del restaurante-bar Black Royce, Ricardo “N”, acusó que trabajadoras del establecimiento presuntamente solían dar drogas a los clientes para fomentar el consumo de bebidas alcohólicas en el lugar, como se presume pudo haber ocurrido con el empresario Iñigo Arenas Saiz, localizado sin vida el domingo 6 de agosto.

Así lo dio a conocer el Ministerio Público en la audiencia que se realizó en los juzgados de control del Centro Penitenciario de Reinserción Social de Tlalnepantla de Baz, en el Estado de México (Edomex), tras la cual dictaron prisión preventiva justificada a los seis detenidos por la muerte de Iñigo, de 41 años.

La Fiscalía estatal presentó el testimonio de Ricardo “N”, quien declaró que una de las empleadas habría suministrado una sustancia de color verde a las bebidas que el empresario consumió en el inmueble, localizado en el municipio de Naucalpan. Esto con la finalidad de que siguiera ingiriendo alcohol y su cuenta aumentara.

Asimismo, indicó que hay una supuesta colusión entre un grupo de taxistas de la Ciudad de México (CDMX) y los encargados del Black Royce, pues los primeros se encargarían de llevar a clientes en estado de ebriedad a cambio de 300 pesos aproximadamente, según reportes de Milenio.

Dos hombres y cuatro mujeres
Dos hombres y cuatro mujeres han sido detenidos por la muerte de Iñigo Arenas (Foto: Fiscalía Edomex)

Pese a dichos señalamientos, la defensa de los ahora detenidos declaró que sus clientes presuntamente fueron sometidos a actos de tortura física y psicológica por parte de los agentes ministeriales. Si bien esto no ha sido confirmado, la jueza ordenó abrir una investigación por el delito de tortura e instó a la Comisión de Derechos Humanos que emita las recomendaciones pertinentes.

En tanto, Carlos Daniel “N”, Eduardo “N”, Ana Karen “N”, Aritzi “N”, Abril “N”, Cecilia “N” y Ana Karen “N” permancerán en prisión preventiva por su presunta responsabilidad en la muerte de Iñigo Arenas. El próximo martes 15 de agosto se llevará a cabo la segunda audiencia en la que se determinará si son vinculados a proceso.

Cómo murió Iñigo Arenas

En la noche del 5 de agosto, el hombre de 41 años acudió al club República ubicado en la colonia Polanco, perteneciente a la alcaldía Miguel Hidalgo de la CDMX. En la madrugada del día siguiente salió de dicho inmueble y se trasladó al bar Black Royce, en el Edomex. A partir de ese momento se desconocía su paradero, por lo que sus familiares lo reportaron como desaparecido.

El lunes 7 de agosto autoridades del Edomex dieron a conocer la localización sin vida de Iñigo Arenas, quien fue encontrado al interior del Black Royce. De acuerdo con las investigaciones, en ese lugar el empresario adquirió cuatro botellas de bebidas con un valor de 10 mil pesos cada una. La cuenta fue pagada con la tarjeta bancaria de la víctima.

Iñigo Arenas llegó al Black
Iñigo Arenas llegó al Black Royce poco después de las tres de la mañana del 6 de agosto. (Google Maps)

Durante su estancia en el inmueble, Iñigo comenzó a sentir malestares. Una de las trabajadoras indicó que se había puesto “morado”, por lo que personal del establecimiento le aplicó RCP. Pese a ello, no logró sobrevivir. Los resultados del protocolo de necropsia indicaron que su muerte tuvo que ver con una “asfixia mecánica por sofocación inducida en su modalidad de oclusión de vías respiratorias”.

Tras estos hechos, se realizó un cateo en el bar Black Royce tras el cual encontraron pastillas que contenían clorhidrato de cocaína. Por ello, se presume que en el inmueble se cometían actividades ilícitas.

Además de la presunta distribución de droga, algunos clientes que han acudido al lugar han indicado que también han sido víctimas de robo y de agresiones físicas por parte del personal de seguridad, aunque las autoridades mexiquenses no se han pronunciado al respecto.

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