Continúa la polémica por la información difundida en los nuevos libros de texto que el Gobierno Federal en conjunto con la Secretaría de Educación Pública (SEP) repartieron para el ciclo escolar 2023-2024. Debido a que usuarios en redes sociales y expertos encontraron bastantes fallas en el contenido, diversas entidades decidieron posponer la entrega para poder revisarlos a fondo ya que no están de acuerdo con algunos datos.
Desde adoctrinamiento comunista, pasando por la inclusión de temas sobre género y sexualidad, hasta las pocas matemáticas que llevan los libros desataron la furia de los padres de familia, principalmente, aunque también de docentes que consideran que es una herramienta sumamente deficiente.
En ese sentido, las secretarías de Educación Pública de ciertos estados decidieron de manera independiente ampararse ante el órgano central y se reservaron el derecho de analizar de forma detallada lo que los menores de educación básica estudiarán durante el próximo año.
Estados inconformes con los libros de texto
Pese a que nos encontramos a escasas semanas del regreso a clases, para este año parece que los tutores se pusieron a revisar el material con el que trabajarán sus hijos y, por primera vez en la historia del país, muchos de ellos mostraron su inconformidad con el contenido.
Uno de los más polémicos es Chihuahua quienes incluso cuentan con un amparo emitido por el Juzgado Cuarto de Distrito donde se consideró que hay pruebas de que la SEP no acató los procesos legales para la emisión de los libros. Como respuesta a ello, la institución educativa local solicitó que se reimpriman los materiales que se usaron en el ciclo 2022-20223 si es que no se realizan las correcciones que indica la Ley General de Educación.
Por su parte, al sur del país, en Yucatán, también se cuestionó la información entregada por Educación Pública y de forma casi inmediata se puso a trabajar la Secretaría de Educación del Gobierno del Estado de Yucatán (Segey) quien, con el apoyo de maestros, padres y madres, decidieron custodiar los libros y aún no piensan entregarlos. Y aunque a en la entidad gobernada por Mauricio Vila no se tiene un rechazo contundente, hasta el momento adelantaron que de ser necesario se entregarían herramientas adicionales en las tres mil escuelas públicas yucatecas.
En la perla tapatía, el mandatario Enrique Alfaro indicó que hasta no tener resoluciones oficiales de un juez en su estado tampoco se distribuirán los textos ya que parece que lo único que se busca es politizar la disputa de la información presentada por encima del bienestar de la niñez mexicana.
En Nuevo León tampoco están muy de acuerdo con la educación que pretende impartir la Nueva Escuela Mexicana de la Cuarta Transformación, por lo que la secretaria local, Sofialeticia Morales Garza, indicó que su estado quiere ofrecer enseñanza de calidad y, por ende, no darán salida a los libros de texto gratuitos hasta que estén avalados por las mesas de análisis de padres de familia, docentes, expertos y representantes de la sociedad civil.
Otra de las gobernadoras que se tomó muy en serio el contenido de los materiales es Tere Jiménez, de Aguascalientes, quien desde su Twitter oficial emitió un comunicado en donde reveló que se une a la lista de entidades que se opone al material otorgado por la SEP. Como consecuencia, todos los textos educativos se mantendrán en resguardo, pero trabajarán en conjunto con las autoridades para que la enseñanza de la niñez hidrocálida sea prioridad.
La situación en Guanajuato tampoco es muy diferente, pues el gobernador Diego Sinhue detalló que seguirá muy de cerca la resolución del amparo que interpuso la Unión Nacional de Padres de Familia y se actuará de acuerdo al dictamen de los jueces. No obstante, en caso de que se ordene la entrega, las autoridades locales ya planean la impresión de cuadernillos de apoyo para complementar los temas que, desde su perspectiva, quedaron a deber.
Coahuila, al igual que los guanajuatenses, esperarán los resultados de las quejas que emitió la Unión de Padres, de acuerdo con el secretario de Educación local, Francisco Saracho Navarro, aceptarían la implementación de estos nuevos libros de texto, pero bajo reservas. Y también estarían pensando en producir material de apoyo en materias como matemáticas y español que, históricamente, son dos áreas que le cuestan a la niñez.