Desde que comenzó el 2023, el incremento en los casos de dengue en Latinoamérica ha causado preocupación y México no es la excepción pues, de acuerdo con los registros que lleva la Secretaría de Salud (SSa), se ha mantenido una tendencia al alza en casos probables, confirmados y defunciones.
Según el Panorama Epidemiológico de Dengue, al corte del 7 de agosto de 2023 se tiene que el total de casos de dengue es de 8 mil 291, tres veces más que lo reportado en la misma fecha pero de 2022, cuando la cifra llegaba a 2 mil 704 casos.
De igual forma, las defunciones por dengue, que primero son evaluadas por el Comité Nacional para la Vigilancia Epidemiológica (CONAVE), indican que para la semana 31 se han registrado 13 muertes, cinco más que las que ocurrieron en el mismo periodo pero del año pasado.
Por entidad federativa se tiene que Quintana Roo es el estado con más casos al registrar 1,806; le siguen Veracruz, con 1,498 personas con dengue; Yucatán, con 1,396 positivos; Puebla con 718 registros; y Morelos, que se queda con 649 casos. Estos cinco estados concentran el 73% de los casos confirmados totales a nivel nacional.
En contraste, Aguascalientes, Baja California, Chihuahua, la Ciudad de México, Querétaro, Tlaxcala y Zacatecas son los únicos estados donde hasta el momento no se han detectado casos.
Qué es el dengue y qué lo propicia
El dengue es una enfermedad que se transmite por mosquitos Aedes Aegypti y es muy común en zonas tropicales y subtropicales. Es capaz de provocar episodios de fiebre intensa que van acompañados de síntomas de gripe; en su forma más grave puede ocasionar sangrados y descensos repentinos en la presión arterial.
Actualmente existe una vacuna capaz de prevenir el virus del dengue, sin embargo, se pueden tomar diversas medidas para evitar la reproducción del mosquito portador.
El fenómeno climático de El Niño, causado por el calentamiento gradual del Océano Pacífico, provoca intensas precipitaciones e inundaciones que favorecen el entorno para que el mosquito transmisor del dengue se desarrolle y, en consecuencia, aumente el número de casos.
Lo mismo con el fenómeno de La Niña, cuando se enfrían las aguas ecuatoriales del Océano Pacífico y las bajas temperaturas traen consigo sequías que obligan a los ciudadanos a almacenar agua en recipientes que, si no se mantienen limpios, también propician el desarrollo del mosquito.
Síntomas
El portal de salud Mayo Clinic señala que los síntomas de dengue pueden aparecer entre cuatro a 10 días después de la picadura del mosquito infectado y se caracteriza por:
―Fiebre que suele llegar a los 40 grados
―Dolor de cabeza
―Náuseas y vómitos
―Dolor de ojos
―Glándulas inflamadas
―Sarpullido
En el peor escenario los vasos sanguíneos se dañan y tienen fugas, lo que ocasiona que disminuyan las plaquetas, que coagulan la sangre, provocando severas hemorragias internas y daños en los órganos que pueden llevar a la muerte.
Aunque la mayoría de las personas se suelen recuperar en una semana, en algunos casos los síntomas pueden empeorar rápidamente y provocar la muerte, especialmente entre los sectores de la sociedad más vulnerables como niños, mujeres embarazadas y adultos mayores.
Cómo prevenir el dengue
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha insistido en que los ciudadanos pueden llevar a cabo varias acciones para prevenir las picaduras y llevar un mejor control de la población de mosquitos del dengue, sobre todo para las personas que viajan o viven en zonas tropicales.
Entre las medidas que recomienda tomar en cuenta está el permanecer en lugares con aire acondicionado y protegido de los mosquitos, que si bien son más activos durante el día, suelen picar más en la noche.
También se puede usar ropa que proteja de sufrir alguna picadura, como es el caso de camisas de manga larga y pantalones largos. Asimismo, se recomienda usar repelentes para mosquitos o mosquiteros.
Finalmente, la mayoría de los mosquitos que contagian dengue suelen vivir dentro de los hogares o en sus alrededores, por lo que se recomienda a las familias evitar tener aguas estancadas, limpiar recipientes que contengan líquidos como tambos, macetas, contenedores de animales, entre otros.