Ubicado sobre el boulevard Manuel Ávila Camacho en el municipio de Naucalpan, Estado de México (Edomex), se encuentra el restaurante-bar Black Royce, donde fue localizado sin vida el empresario Iñigo Arenas Saiz el lunes 7 de agosto.
El deceso del hombre de 41 años ha generado varias interrogantes sobre lo que sucedió al interior de dicho inmueble el pasado fin de semana. Por un lado, trabajadores del lugar aseguran que el empresario sólo bebió agua mineral en el establecimiento, pero autoridades del Edomex investigan si el cliente fue drogado con un medicamento llamado Escopolamina, hipótesis que no ha sido comprobada hasta el momento.
Lo cierto es que a raíz de estos hechos se han retomado los testimonios de varios clientes que han acudido a Black Royce a disfrutar unos momentos de recreación, mismos que terminaron con un mal sabor de boca debido a las irregularidades que presuntamente se cometen en el local.
Supuestos robos, agresiones, bebidas a sobreprecio, alcohol adulterado y distribución de droga serían algunas de las anomalías detectadas, según usuarios en redes sociales y las reseñas publicadas en internet.
Un persona que laboró en el Black Royce de Naucalpan -y que quiso mantenerse en el anonimato- comentó en entrevista exclusiva a Infobae México que fue testigo de cómo algunos trabajadores supuestamente agredían físicamente a los clientes, además de que les ponían algún tipo de sustancia en sus bebidas para posteriormente robarles sus pertenencias.
Asimismo, explicó que el alcohol ofrecido es adulterado, pues exhiben botellas de tequila -como Don Julio- que no son originales. Aunado a ello, señaló que en el establecimiento también hay venta de droga, principalmente cocaína, la cual es ofrecida a los clientes de manera constante.
Parte de esos señalamientos coinciden con los testimonios de algunos clientes, como el de Óscar Iriam Rojo, quien redactó una reseña en Google en la que relató cómo él y su amigo fueron víctimas de agresiones físicas. “Nos golpearon, nos robaron 63 mil pesos cuando solo tomamos una botella. Y después de eso a mí me sacaron del bar y a mi amigo lo golpearon y le robaron todas sus cosas”, mencionó.
Una situación similar vivió el usuario Luigi Guitérrez, quien calificó su estancia en el establecimiento como una de las peores experiencias de su vida. “Cuando llegué a este lugar ya casi me encontraba inconsciente y por la facha del lugar y la gente dentro me di cuenta que me asaltaron y me robaron”, comentó.
Guitérrez indicó que supuestamente le robaron cerca de 10 mil pesos, además de que lo sacaron del inmueble de una manera agresiva. Otra presunta víctima de robo fue René Faje, quien hace dos años señaló que lo habían despojado de su celular y de 80 mil pesos. “La gente de este lugar está coludida con los taxistas. Te llevan drogado y mientras estás en el lugar se van a vaciarte las cuentas”, señaló.
De los 279 comentarios realizados en Google, más de 20 hacen referencia a los altos costos de las bebidas y botellas. “Te piden propina por cualquier cosa y no te atienden bien”, “Cambian los precios dependiendo el día y no respetan lo que estipulan en las promociones”, “Te roban. Aplican la clásica de te descuidas y te clavan una botella”, se lee entre las reseñas.
Pese a ello, el restaurante-bar Black Royce cuenta con cuatro estrellas y media de cinco, es decir, que la mayoría de los comentarios son positivos. Sin embargo, tras lo sucedido con el empresario Iñigo Arenas, el director general de Desarrollo Económico de Naucalpan, Ignacio Espinosa, declaró que buscará el cierre definitivo del inmueble.