Amarrado y sin comida, mujeres abandonaron a niño de tres años en Huauchinango, Puebla

Pese a que el DIF ya tenía conocimiento del maltrato del menor, fue hasta esta última denuncia que las autoridades tomaron cartas en el asunto

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Policías rescataron a un menor de edad que estaba abandonado en condiciones deplorables. (Twitter/@estado21_)
Policías rescataron a un menor de edad que estaba abandonado en condiciones deplorables. (Twitter/@estado21_)

Amarrado, sin agua ni comida, en medio de sus propias heces y llorando fue como elementos de la Fiscalía General del Estado de Puebla encontraron a un menor de tres años que fue abandonado al interior de una vivienda ubicada en el municipio de Huauchinango.

De acuerdo con la información, el menor se encontraba encerrado en una casa ubicada en la calle 30 de abril de la colonia El Ocotal. Las autoridades llegaron luego de que vecinos hicieran un reporte de maltrato infantil al 911, pues notaron que el niño no dejaba de llorar.

Al llegar al lugar, los uniformados se dieron cuenta de que el menor estaba amarrado a una superficie del suelo, llevaba varios días solo y en condiciones deplorables, pues además de que no contaba con un lugar para hacer del baño tampoco tenía alimentos.

No era la primera vez

El DIF tiene al menor bajo resguardo. (Archivo Infobae)
El DIF tiene al menor bajo resguardo. (Archivo Infobae)

Vecinos del lugar dijeron a las autoridades que dos mujeres habitaban la vivienda, una de ellas la madre del niño. Sin embargo, también precisaron que no era la primera vez que el infante sufría maltrato y aseguraron que personal del Desarrollo Integral de la Familia (DIF) ya tenía conocimiento de ello.

Según testigos, el menor sufría de maltratos de toda clase desde hace año y medio, pero ni el DIF ni otras instancias habían tomado cartas en el asunto.

Luego del rescate del menor, la Fiscalía abrió una carpeta de investigación para fincar responsabilidades, no obstante, hasta el momento se desconoce la identidad de las involucradas así como su paradero. Por su parte, el DIF municipal presentó una denuncia por maltrato infantil y abandono y se quedará con el resguardo del niño hasta que la situación sea resuelta por las autoridades pertinentes.

En el estado de Puebla cada uno de los municipios cuenta con diversas líneas de atención para denunciar este tipo de maltratos, aunque los más usuales son el 911 o bien a través del DIF, aunque en esta instancia sólo se atiende de menores de dos a cinco años.

Qué penas alcanzarían las agresoras

De acuerdo con el Código Penal del Estado de Puebla en su artículo 355, aquellas personas que agredan físicamente a las personas menores de 18 años o de la tercera edad podrán recibir un castigo que va de tres meses a tres años de prisión o multas de 5 a 50 UMAS.

De igual forma, las personas que abandonen a un menor de edad podrían pasar de uno a dos años en la cárcel; si son los propios padres quienes incurren en este delito entonces las penas serían de 18 meses a tres años.

La ley también contempla que se impondrá la pena de prisión de dos a cuatro años cuando se haya puesto en peligro la vida, salud, integridad física o libertad sexual del menor de edad por las circunstancias de abandono.

Huauchinango, el eco del maltrato

"Huellitas" fue torturado hasta la muerte en Huauchinango. (Facebook)
"Huellitas" fue torturado hasta la muerte en Huauchinango. (Facebook)

Recientemente el municipio de Huauchinango, Puebla, se ha puesto en el ojo del huracán luego de que se han dado a conocer diversos casos de maltrato, tanto humano como animal, en lo que va del año.

Apenas el pasado mes de junio se hizo viral el caso de una joven que provocó la indignación en las redes sociales tras compartir unas imágenes en las que se veía cómo torturó a un perro de nombre “Huellitas” hasta provocarle la muerte.

En las fotografías se veía al animal colgado de una pared mientras se desangraba, en tanto que la agresora hacía la señal de “cool” con una de sus manos.

La joven había adquirido al perro por parte de una de sus compañeras de escuela que lo estaba dando en adopción. Los mismos estudiantes fueron quienes le reclamaron los actos violentos.

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