La tarde de este lunes 8 de agosto una mujer llegó a un edificio de Polanco, pasó el filtro de la recepción, subió por el elevador hasta el octavo piso y se metió a una de las cabinas de un salón de “Spa” sin que nadie notara que entre sus pertenencias llevaba un cuchillo de caza.
Minutos después se escucharon gritos desde la cabina. La recepcionista, alarmada, telefoneó al personal de seguridad del edificio y a la policía. Eran aproximadamente las 14:00 horas cuando agentes de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) llegaron al número 1112 de Avenida Ejército Nacional, casi esquina con la calle José Luis Lagrange.
Los policías se dirigieron hasta la cabina de donde habían surgido los gritos, pero cuando intentaron abrirla no lo consiguieron. Tenía el seguro puesto. Tuvieron que forzar la puerta porque la mujer que se encontraba al otro lado se negaba, pese a las insistencias, a dejarlos entrar.
Cuando finalmente lograron destrabar la puerta, encontraron a Guadalupe Camacho, una estudiante de Medicina del Instituto Politécnico Nacional (IPN), con un cuchillo táctico tipo militar en una de sus manos ensangrentadas.
A su lado estaba el cuerpo de Aldalenir Da Silva, una mujer de 54 años de nacionalidad brasileña que según los reportes policiales trabajaba como encargada del establecimiento desde hace tres meses.
Guadalupe fue esposada por los oficiales y llevada hasta una patrulla que se encontraba en el estacionamiento del edificio de oficinas. “Efectivos de la Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México, detuvieron a una mujer que, al parecer, agredió con una navaja a la encargada de un estudio de belleza, la cual perdió la vida”, detalló el informe policial.
“En tanto, detuvieron a la probable responsable a la que le informaron sus derechos de ley y posteriormente fue puesta a disposición del agente del Ministerio Público, quien definirá su situación jurídica y realizará las investigaciones del caso (...) Posteriormente, la mujer fue diagnosticada sin signos vitales, por lo que la zona fue acordonada y se solicitaron los servicios periciales correspondientes”.
En un primer momento Guadalupe se limitó a decir que solo hablaría con su abogado, aunque después terminaría confesando el motivo del crimen.
De acuerdo con el periodista Carlos Jiménez, Guadalupe relató que era casada y que hace poco había descubierto que su marido le era infiel, según ella, con la hija de Aldalenir Da Silva.
Según su versión, fue hasta el Spa porque supuestamente quería hablar con la Aldalenir para reclamarle por lo que estaba haciéndo su hija con su esposo. Pero lo que en un principio había comenzado como una discusión pronto avanzó a los golpes y finalmente al ataque homicida.
Guadaulpe sacó la navaja con la que logró ingresar al edificio y se la clavó tres veces a Aldalenir, provocándole la muerte.