Casi seis meses después de anunciar una posible demanda en contra de César De Castro, abogado de Genaro García Luna durante su juicio en Estados Unidos, el presidente Andrés Manuel López Obrador dio a conocer que no habrá tal proceso.
Durante la conferencia matutina del 8 de agosto, el mandatario federal reveló una carta enviada al jurista el pasado 27 de julio, en la que explicó los motivos por los cuales decidió no denunciarlo por calumnias y difamaciones aparentemente cometidas en la Corte Federal de Brooklyn.
La principal razón, según el escrito, es que “de conformidad con las leyes vigentes en su país [Estados Unidos], goza de impunidad; es decir, no hay sustento legal para interponer una demanda” debido a que las declaraciones emitidas en procedimientos judiciales tienen “protección absoluta”, de manera que las y los abogados “puedan hablar libremente para representar comprometidamente a sus clientes sin temor a represalias o riesgos financieros”.
No obstante, según el periodista Raymundo Riva Palacio, los argumentos de AMLO para no proceder en contra de César De Castro no son del todo ciertos, pues “ningún abogado en Estados Unidos goza de impunidad”.
En su más reciente columna para Eje Central, el también analista político subrayó que el mandatario federal pudo haber interpuesto una demanda contra el abogado de García Luna, pero enfatizó que no hacerlo fue un gran acierto.
¿Por qué fue una buena decisión desistir de la demanda?
El nombre de López Obrador fue mencionado en el juicio contra García Luna el 14 de febrero durante un contrainterrogatorio de César De Castro a Jesús “El Rey” Zambada García.
Al ser cuestionado sobre si había financiado la campaña de AMLO para la contienda presidencial de 2006, “El Rey” reconoció haberle pagado siete millones de dólares a Gabriel Regino para una campaña política, pero negó que fuera la del actual gobernante.
Cuando se dieron a conocer los alegatos de aquella audiencia, López Obrador se quejó por haber sido víctima de calumnias y planteó la posibilidad de demandar a De Castro.
Sin embargo, en consideración de Riva Palacio, eso pudo haber sido “devastador” por múltiples motivos. El primero es que la imputación formulada por el abogado de García Luna no la inventó él, sino que habría sido extraída de notas de la Administración de Control de Drogas (DEA, por sus siglas en inglés) tras un interrogatorio inicial al “Rey” Zambada. En caso de haber procedido, la denuncia habría tenido que ir en contra del hermano del “Mayo” y de los agentes que lo interrogaron.
Además, si hubiera seguido con su cometido inicial, AMLO tendría que haber presentado la demanda en calidad de ciudadano, por lo que se habría sometido “a la jurisdicción de la justicia de Estados Unidos”.
Durante la disputa judicial, el presidente se habría enfrentado a la mención de su nombre en el documento “JRZG 36″ y se habría visto obligado a esclarecer la verdad detrás de los dichos incluidos en el expediente sobre los sobornos entregados por el narcotraficante.
Por si fuera poco, añadió el columnista, al presentarse en la Corte AMLO no sería un presidente, “sino un ciudadano que aceptó el resultado legal de los procedimientos en la corte, y en caso de que perdiera el caso, estaría a disposición de la justicia y afrontaría las consecuencias”.
Teniendo esto en consideración, Riva Palacio aseguró que el mandatario federal “se salvó” gracias a una “asesoría jurídica sensata que no se dejó llevar por las pasiones”.