El segundo ahuehuete plantado en el Paseo de la Reforma luce marchito. Aislado, su follaje ocre sugiere que sufrirá un destino similar al de su “hermano” y que cualquier intento por salvarlo es una causa perdida.
En un recorrido realizado este fin de semana, Infobae México pudo constatar que apenas se asoman algunas hojas verdes de entre las ramas peladas del ejemplar de alrededor de 11 metros de altura y 20 años, plantado el pasado 19 de mayo.
Pese a su aspecto, expertos afirman que el segundo ahuehuete “está vivo y pasa por un proceso de adaptación”; sin embargo, algo similar sucedió con el primer árbol, retirado en marzo pasado luego de un azaroso proceso de adecuación y diversas afectaciones.
“[El ahuehuete] presenta brotes de hojas verdes, (...) está recuperando su follaje” apuntó la Secretaría del Medio Ambiente (Sedema) de la Ciudad de México, y detalló que permanece en constante vigilancia tras las afectaciones provocadas por un hombre el pasado 23 de mayo, cuando saltó las vallas que protegen al árbol para dañar su sistema de riego y vaciar cemento alrededor de su base.
Tras el ataque, las autoridades capitalinas informaron que un grupo de expertos conformado por viveristas, instituciones académicas y de la sociedad civil, han monitoreado el estado de salud y desarrollo del ahuehuete, “detectando un proceso de otoñización”.
“A partir de estas afectaciones se incrementaron las medidas de atención como la remoción de sustrato afectado y aumento de riego para eliminar cualquier tipo de sustancia que esté afectando el árbol”, apuntó la dependencia.
“Está vivo”, afirma Batres
En tanto, el Jefe de Gobierno de la Ciudad de México, Martí Batres Guadarrama, reconoció que el segundo ejemplar plantado en la glorieta que conecta Paseo de la Reforma con las calles Río Rhin y Niza, ha estado sometido a un “enorme estrés”.
En conferencia de prensa, afirmó que el árbol “está vivo” y, además de permanecer bajo vigilancia constante para evitar nuevos incidentes, “está cuidado y va a seguir siendo cuidado”.
“Está siendo vigilado por un grupo de expertos que se coordinan con la Secretaría de Medio Ambiente, expertos en viveros, en cultivo de estas especies, lo están vigilando. (...) Vamos a seguir cuidando el árbol pues es nuestra responsabilidad”, sostuvo.
No obstante, a decir del maestro en ciencias biológicas e investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, Miguel Hernández Alva, la coloración del árbol y la tierra donde está plantado demuestra el estrés al que está sometido.
En entrevista para Grupo Fórmula, el experto llamó la atención sobre la premura para plantar los ejemplar, pues además de necesitar por lo menos seis meses en cuarentena para adaptarse al clima de su nuevo hogar; tampoco se hizo un diagnóstico certero del sustrato, que contenía patógenos y terminó por afectar a la histórica palmera de la glorieta.
“No hay como tal un plan de manejo de los suelos de las áreas verdes urbanas, suponemos que no fue retirado el suelo y no fue manejado adecuadamente. Las posibilidades de que lo que se pusiera aquí fuera infectado nuevamente o muriera, eran altas”, lamentó Hernández Alva.