El miércoles se registró la primera víctima de la barrera de boyas, bautizada por algunos medios como el “muro flotante”, que fue colocada en medio del río Bravo, cerca de Eagle Pass, en la frontera entre ambos países, para frenar el paso de migrantes hacia Estados Unidos.
La Secretaría de Relaciones Exteriores informó que el Departamento de Seguridad de Texas (DPS) notificó al Consulado de México en Eagle Pass, que cerca de las 14:35 horas fue localizado el cuerpo de una persona sin vida atorado en la zona sur de las boyas.
Tras el reporte, miembros del Grupo Beta de inmediato realizó acciones de rescate del cuerpo; sin embargo, las autoridades no han dado a conocer la nacionalidad de la víctima ni su causa de muerte.
Según un medio local, el cuerpo corresponde a un hombre de aproximadamente 30 años de edad. Vestía una camiseta del equipo de fútbol Paris Saint German, además de que por su estado cadavérico habrían pasado alrededor de 48 horas desde su fallecimiento.
“Reiteramos la postura del Gobierno de México sobre que la colocación de boyas alambradas por parte de las autoridades de Texas es una violación a nuestra soberanía.
“Externamos nuestra preocupación sobre el impacto a los derechos humanos y seguridad personal de los migrantes que tendrán estas políticas estatales, que van en sentido opuesto a la estrecha colaboración entre nuestro país y el Gobierno federal de los Estados Unidos”, subrayó la SRE.
La cancillería aseguró que dará segumiento puntual al caso a través del Consulado de México en Eagle Pass, manteniendo contacto con las autoridades correspondientes de ambos países para esclacerer los hechos y se hagan las investigaciones necesarias.
Fue el pasado 14 de julio que el gobierno de México envió una nota diplomática a Estados Unidos, externando su preocupación por la colocación de boyas en la zona fronteriza del río Bravo que colinda con Piedras Negras, Coahuila.
Señaló que dichos artefactos flotantes podrían obstruir y desviar los escurrimientos hacia avenidas del río Bravo y en consecuencia se generen inundaciones y se afecte el cauce del raudal.
Además, acusó que estaría violando el Tratado de Aguas Internacionales de 1944, además del artículo IV B.1 del Tratado de Límites de 1970, por lo que pidió que se consiguiera el avaluo de la Comisión Internacional de Límites y Aguas (CILA) entre México y Estados Unidos.
Cabe recordar que la barrera flotante de 300 metros de longitud se desplegó este julio para disuadir a los migrantes a cruzar la frontera hacia Estados Unidos, según indicó el gobernador de Texas, Greg Abbott.
El director del Departamento de Seguridad Pública de Texas, el coronel Steven McCraw detalló el mes pasado que la línea de boyas es móvil, se puede desplegar rápidamente, está anclada a la vía fluvial y tienen entre 1 y 2 metros de altura, según el nivel del agua.
Celebró que “se necesita un gran esfuerzo” para superarlas, así como habiliades y equipos para lograrlo.
No obstante, sin que hubiera boyas ya se habían registrado varios casos de migrantes ahogados en el río Bravo, incluyendo un bebé, ya que los migrantes se arriegaban a cruzar por ahí con tal de evadir la autoridad.