Niño Fidencio: la historia del curandero que le curó la lepra a un presidente de México

Jesús Fidencia Sintora a principios del Siglo XX era muy conocido por sanar personas de graves enfermedades, entre ellos un presidente de la república

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El presidente y su hija
El presidente y su hija se encontraban enfermos de lepra pero lo mantenían en secreto.

Luego de este martes 1 de agosto, la Secretaría de Salud (Ssa) informó mediante un boletín que debido al aumento de casos de lepra en 28 estados de la República Mexicana, se vigilará prioritariamente, al registrarse 300 contagiados en tratamiento.

Tuxcacuesco, San Sebastián del Oeste y San Cristóbal de la Barranca, en Jalisco; Nocupétaro y Nuevo Urecho, en Michoacán; Tlaltizapan, en Morelos; Lampazos, en Nuevo León; El Espinal, Santiago Niltepec y San Miguel Chimalapa, en Oaxaca; Choix, en Sinaloa, y Tunkas, en Yucatán, son los estados que se encuentran catalogados como “alta presencia” debido a esta enfermedad.

Tras darse a conocer las noticias de casos de Lepra en México, volvió a salir a la luz la leyenda del niño Fidencio, el famoso curandero que le curó esta enfermedad a un presidente de México.

¿Cómo se curó el presidente de la lepra?

El curandero era famoso por
El curandero era famoso por devolver la salud a las personas de graves enfermedades.

Según la leyenda, el presidente que estaba enfermo de lepra era Plutarco Elías Calles, quien enfrentaba esta terrible enfermedad en secreto, que también tenía su hija; sin embargo, al visitar varios médicos que no lograban regresarle la salud, una de sus amistades cercanas le recomendó visitar al niño Fidencio, un curandero de la comunidad de Espinazo, ubicado en Monterrey, Nuevo León.

El mandatario de nuestro país viajó a la entidad el 8 de febrero de 1928 a bordo del tren El Olivo llegó a la estación de Espinazo, lugar donde atendia el curandero. Al llegar con él, el presidente Elías Calles se sorprendió al saber que el niño Fidencio hacía cirugías indoloras usando solo vidrios provenientes de botellas rotas, lodo, cantos o sobadas, entre otros remedios.

La fama del curandero creció
La fama del curandero creció al ser inmortalizado como la Virgen de Guadalupe.

Según la leyenda, el presidente llegó con el curandero, quien solo utilizó miel de abeja y en unas horas, el presidente ya estaba curado de la lepra. “El niño le untó miel de abeja, lo dejó en un cuarto. El presidente, incrédulo, le dijo que había viajado desde muy lejos como para que solo le pusieran miel. Pero después de unas horas ya estaba curado”, cuenta David, un creyente del Niño Fidencio, que habló con el reportero de Vice, Alejandro Mendoza, quien realizó un documental para Vice en 2014.

La noticia se esparció por todos los rincones del país, y la fama del curandero aumentó considerablemente, por lo que medios de México y de Estados Unidos documentaron tal suceso. Actualmente, en dicho poblado la imagen del Niño Fidencio ataviado de una túnica y un halo estelar divino semejante al de la Virgen de Guadalupe, se ha vuelto símbolo de devoción de la población.

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