Pemex rechazó gran derrame en Campeche y aclaró que la mancha fue por “causas naturales”

El director general de Petróleos Mexicanos (Pemex), Octavio Romero Oropeza, aseguró este miércoles que la gran mancha observada vía satélite en el Golfo de México se debe al fenómeno natural conocido como “chapopoteras”, y no a un derrame gigantesco de crudo pesado como ha denunciado Greenpeace y la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En conferencia de prensa, el funcionario señaló que lo que se ve en el campo Ek-Balam, en la Sonda de Campeche, se trata de emanaciones “naturales” de hidrocarburos que generam iridiscencias –que con el rayo del sol reflejan—, ya que la capa es muy delgada.

Detalló que estás son originadas desde el campo petrolero Cantarell, que está muy cerca de la mancha señalada, y que diariamente emite 387 barriles.

Sin embargo, en línea con lo expresado en un comunicado de Pemex la semana pasada, Romero Oropeza admitió que el pasado 3 de julio registraron una pequeña fuga a través de un orificio de siete centímetros de largo y un milímetro de ancho.

Dijo que si la fuga fuera de la magnitud señalada por las ONGs sería un desastre ambiental, tal como ocurrió con el caso Exxon Valdez en marzo de 1989, en las costas de Alaska, donde se vertieron al mar alrededor de 250 mil barriles de petróleo.

“Si esto fuera cierto, implicaría que el evento ocurrido en Balam-TA sería 12 veces más catastrófico que lo ocurrido en el barco Exxon Valdez”, subrayo.

El titular de Pemex también afirmó que la Secretaría de Marina (Semar) sobrevoló las costas de Tamaulipas, Veracruz, Tabasco y Campeche el pasado 18 de julio, pero no se encontraron hidrocarburos.

Por otra parte, Octavio Romero indicó que el incendio del pasado 7 de febrero en la plataforma Nohoch Alfa, en la Sonda de Campeche, se debió a que la empresa Cotemar no siguió los protocolos de seguridad que marca Pemex, y no por falta de recursos para brindar mantenimiento a las instalaciones.

Resaltó que no se siguieron normas de seguridad que marca Pemex, y que Cotemar debió haber previsto que el ducto que iban a redireccionar debía estar totalmente libre de gas e hidrocarburos, “pero por alguna razón, no lo hicieron”, sentenció.

A causa de este accidente, Pemex aún tiene que recuperar ocho mil barriles diarios de hidrocarburos.

“El primer día del accidente cerramos todos los pozos y dejamos de producir 700 mil barriles, al día siguiente repusimos 500 mil, dos días después, 600 mil y ahorita ya solo nos faltan 8 mil barriles para regresar a la producción que teníamos antes del accidente”, indicó.