La medicina moderna ha avanzado para encontrar la cura y el tratamiento adecuado para los diferentes padecimientos que existen, uno de ellos es el cáncer, enfermedad degenerativa que afecta la calidad de vida de las personas. Sin embargo, en la cultura mexicana, la herbolaria es una opción para prevenir ciertas enfermedades.
Las plantas medicinales se convirtieron en una opción para prevenir o tratar algunas enfermedades, tal es el caso del cáncer de colon. Diferentes estudios científicos han dado veracidad a las propiedades médicas del cuachalalate, la cual es una planta de origen mexicano que se le asocian aportes para prevenir el cáncer, en especial el de colon.
El cuachalalate es conocida por su nombre científico Amphipterygium adstringens, se trata de una especie que crece en forma de árbol sin ramas, únicamente que no tiene hojas verdes como otro tipo de árboles; se caracteriza por tener hojas obovadas de color café rojizo. Además la planta también tiene esa textura de madera seca y es de color rojizo, puede llegar a crecer hasta 10 metros de altura.
Esta planta tiene aportes médicos para prevenir y ayudar con algunos padecimientos del sistema digestivo, en especial del colon, ya que ayuda con la desinflamación y favorece la digestión, pero no es la única, ya que la Chupandilla —planta también endémica del país— tiene propiedades médicas para combatir el cáncer de colon.
El cuachalalate y chupandilla, plantas que previenen el cáncer
De acuerdo con una investigación realizada por un grupo de científicos de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Plantel Iztacala de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el cuachalalate y chupandilla son dos poderosas plantas mexicanas que disminuyen drásticamente el padecimiento del cáncer de colon.
En la investigación arrojó que ambas plantas pueden beneficiar para combatir la colitis, en consecuencia también disminuye la probabilidad de desarrollar un cáncer de color. El doctor Marco Aurelio Rodríguez Monroy, jefe del Laboratorio de Investigación Biomédica en Productos Naturales de la carrera de Medicina, con la colaboración de la doctora Margarita Canales Martínez, jefa del Laboratorio de Farmacognosia, de la carrera de Biología, fue como iniciaron la investigación con resultados prometedores.
La chupandilla pertenece a la familia de las anacardiáceas, dentro de sus características principales es que tiene un tronco robusto, grueso de color gris oscuro, además cuenta con hojas de color verde y desprende una especie de estambres rojizos. Puede llegar a medir hasta siete metros.
Según la investigación realizada por especialistas de la UNAM, el uso de ambas plantas data desde la época prehispánica, ya que habitantes del valle de Tehuacán - Cuicatlán —ubicado entre la frontera de Oaxaca y Puebla— han usado de estas plantas para malestares estomacales.
En la investigación realizada en pruebas en ratones, los extractos de cuachalalate y chupandilla arrojó que se redujo la sintomatología de enfermedades del intestino, también verificaron que reestructura el daño que se tenga en el colon, pues lo regenera. A su vez no se registró pérdida de peso y desaparece el sangrado.
En pruebas contra el cáncer, se detalló que es eficiente ya que el número de tumores malignos se redujo a la mitad en las muestras.
¿Cómo consumir cuachalalate y Chupandilla?
Según la investigación de los especialistas de la UNAM, las antiguas civilizaciones ponían a hervir las plantas en infusión y la consumían como té o agua al tiempo.
En la actualidad se puede adquirir cuachalalate y Chupandilla en regiones de Puebla y Oaxaca, pero también se encuentra en mercados de la Ciudad de México como en el Mercado de Sonora.
Para preparar té de cuachalalate o chupandilla se debe poner en un recipiente agua a hervir, en cuanto esté a punto de hacerlo, agregar los fragmentos de la planta en trozos y esperar a que desprenda un pigmento rojizo.