En enero de 2022, se difundieron algunas fotografías en la que se ve al actual gobernador del estado de Morelos, Cuauhtémoc Blanco, con Raymundo Castro Salgado, conocido como El Ray. Él era líder del Cártel Jalisco en ese estado. En la imagen, también se encontraban dos jefes criminales: Homero Figueroa Meza, El Tripa, e Irving Eduardo Solano Vera, El Profe.
Cuando se dieron a conocer las fotografías, que fueron tomadas unos años antes de su difusión, en 2017, Blanco Bravo señaló que al momento de tomarse las fotografías al lado de los narcotraficantes, desconocía su identidad, pues, dijo, “soy tan buena gente y me saco fotos con todo mundo”.
También dijo que la difusión de las fotografías formaban parte de una campaña de desprestigio en su contra con motivos electorales, de la cual, ya había sido víctima con anterioridad. “En el proceso electoral también me sacaron una fotografía con el hijo de El Chapo. Yo no sabía ni quién era, pero como soy tan buena gente y me saco fotos con todo mundo, no le voy a negar la foto a nadie porque soy una persona que viene de abajo”, declaró en una conferencia de prensa.
Sin embargo, Agustín Alonso Gutiérrez, presidente municipal de Yautepec, Morelos, tiene otra versión. Así lo dio a conocer el periodista Héctor de Mauleón en su columna En tercera persona, titulada La historia de la famosa foto del Cuauh de este jueves 27 de julio.
En su texto, en el que sa a conocer la declaración de Alonso Gutiérrez, se explica que en los meses de marzo o abril del 2017, Blanco, quien entonces era alcalde de Cuernavaca, Morelos, lo llamó por teléfono para invitarlo a una comida en la parroquia de la Asunción, en Yautepec.
En el lugar, Alonso encontró una mesa larga con más de 20 personas. Entre ellos, el senador Ángel García Yáñez y el secretario particular de Blanco, Edgar Riu. Fue en ese mismo lugar donde vio que estaban Raymundo Castro Salgado, el Ray, acompañado de los otros dos líderes criminales con los que apareció Cuauhtémoc Blanco en las fotografías.
Alonso declaró al columnista que desde años atrás, había visto al Ray empoderarse en Yautepec. Cuenta que, desde que se lanzó como candidato, el líder criminal lo trató de contactar, pero como no hubo respuesta, un día balacearon la puerta de su casa. Tras denunciar el hecho, le enviaron un mensaje diciéndole que le “bajara”.
Cuando tomó posesión del cargo, El Ray lo abordó en un restaurante y le dijo: “ya te mandé tocar la puerta y ni así hiciste caso”. Le dijo que quería el 5% del presupuesto municipal, con tal de mantener la paz en Yautepec, y garantizar su seguridad y la de su familia.
Comenzaron a dejarle cuerpos y narcomantas, narra De Mauleón.
Entonces, Alonso viajó a la Ciudad de México para pedir apoyo a Renato Sales Heredia, quien entonces era titular de la Comisión Nacional de Seguridad. Se enviaron agentes de inteligencia al municipio, y se hizo un operativo para detener al narcotraficante, quien finalmente recibió el “pitazo” y logró escapar. Le mandó un mensaje a Alonso: “Ya sé que fuiste tú”.
Alonso narró que tras esto, recibió una llamada de Blanco Bravo para invitarlo a una comida y ponerse de acuerdo para arreglar los problemas en Morelos. Alonso se sorprendió al ver al Ray sentado al lado de Blanco, sin embargo, el criminal no se inmutó y la comida transcurrió en calma.
Cuauhtémoc le hablo para ir a un “cuartito” que se encontraba a un costado del comedor. En la habitación se encontraban El Ray, Blanco y José Manuel Sáenz, asesor y hombre de confianza del hoy gobernador del estado que se encuentra al sur de la CDMX.
Blanco les dijo que la reunión era para ver “como se arreglaban”. El Ray explicó que quería tres millones de pesos al año para calmar “la bronca”. El líder criminal también dijo que convenía arreglar el problema, pues tenían un proyecto grande más adelante. Al poco tiempo, Blanco se lanzó como gobernador de Morelos, tras terminar su gestión en Cuernavaca.
Alonso declaró que el día de la comida en la Parroquia de la Asunción, fue tomada la polémica fotografía, donde se ve a Blanco con El Ray, El Profe y El Tripa. Alonso pagó la extorsión durante 2017 y 2018, así como los primeros meses de 2019. Pagó hasta que El Ray fue detenido por fuerzas federales.
En octrubre del 2019, el delincuente fue decapitado y en su cuerpo tenía 23 heridas provocadas por objetos punzocortantes, en el penal de Atlacholoaya. Además, le prendieron fuego.